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que tiene que asumir la participación en una crisis internacional entre varias naciones ficticias que se va agravando progresivamente. La ambientación que crea el TLP es muy realista, con el objetivo de crear una tensión creciente en los participantes, lo más parecida posible a la que generarían operaciones aéreas multinacionales reales, como las que se libran actualmente sobre Irak y Siria contra los terroristas islámicos del Dáesh. El TLP 2017-3, que comenzaba el día 11 de septiembre, no ha sido precisamente de los más numerosos, implicando unas 30 aeronaves y unos 400 efectivos de un total de cinco naciones: Grecia, Italia, Francia, Hungría y España. Hay que destacar que estamos ante la primera participación de la Fuerza Aérea de Hungría en el TLP, que ha enviado sus cazabombarderos Saab JAS 39C Gripen, un sistema de combate puntero, que emplean mediante un leasing firmado con la empresa sueca Saab. Los aparatos magiares están encuadrados en la denominada 59 Tactical Fighter Wing (TFW), que tiene sede en la base aérea de Kecskemét. Aunque, tras algunos accidentes, la flota de aviones de combate de esta pequeña fuerza aérea ha quedado reducida a 11 monoplazas JAS 39C y tres biplazas JAS 39D, se ha realizado un importante esfuerzo desplegando tres aparatos y el doble de pilotos para participar en el TLP. Uno de estos, el major (comandante) Tibor Molnar, un veterano piloto de 41 años, nos comentaba acerca del TLP: «El conocimiento que se puede aprender en un curso TLP, ya sea en materia académica o en prácticas de vuelo, es vital para convertirse en un líder a nivel táctico. Sería genial para la OTAN si pudiésemos hacer este entrenamiento de alto nivel diariamente. También se debería resaltar el gran compromiso de los instructores del TLP, que dan un gran apoyo al ejercicio NATO Tiger Meet (NTM). Espero verlos en Polonia en el NTM del próximo año». Habría que resaltar en este punto que el 59 TFW pertenece al club Tigre, que organiza los NTM, aunque su insignia sea un puma, tal y como se pudo ver durante su participación en la edición de 2016, que tuvo lugar en la base aérea de Zaragoza. También pudimos preguntar al militar húngaro acerca de su experiencia durante las cuatro semanas de participación en el TLP: «Creo que hemos aprendido una gran cantidad de lecciones aquí en el TLP, pero si tengo que destacar algo, entonces sería el trabajo en equipo. Nuestras labor aquí requiere un equipo dirigido por un líder, que podría ser usted o su compañero, y solo lograremos cumplir el objetivo del mando si trabajamos cohesionadamente, y formamos un eficiente equipo apoyándonos mutuamente». Además, en el despliegue/repliegue de los Gripen, y ante la necesidad de traer una turbina de repuesto, se pudo ver en Albacete a los aviones de transporte Antonov An-26 húngaros, un auténtico dinosaurio de diseño y fabricación rusa que proceden de la época en la que los magiares estaban subyugados a la extinta Unión Soviética a través del Pacto de Varsovia. La excelente fama del TLP trae continuamente a nuevos participantes. Así ,en el anterior curso, el 2017-2, llegaron aparatos desde el otro lado del Atlántico, en concreto desde la lejana base de Hill (Nevada, Estados Unidos). A finales de abril, tras varias escalas, apoyados por aviones de reabastecimiento en vuelo, Uno de los seis pilotos húngaros que participaron en el curso TLP 2017-3 posa tras bajar de su JAS 39C Gripen. (Imagen: Julio Maíz) llegaron para participar en el curso ocho cazabombarderos General Dynamics (actualmente Lockheed Martin) F-16C/D de dos de los escuadrones del 338th Fighter Wing, actualmente en fase de reequipamiento con el nuevo F-35A. Uno de los mecánicos de línea de la Fuerza Aérea de Grecia lleva en la manga del mono un parche especial de la participación del 341 Mira (Escuadrón) en el TLP 2017-3. (Imagen: Julio Maíz) REVISTA DE AERONÁUTICA Y ASTRONÁUTICA / Marzo 2018 207


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