T R O P A S D E M O N T A Ñ A
El BCZM “PIRINEOS” I/64
COMO OPFOR EN LAS INFIERNO BLANCO 2021
Del 18 al 26 de marzo de 2021 tuvo lugar el ejercicio
Infierno Blanco 2021 (IB21), un ejercicio de capacidades
que anualmente pone a prueba las capacidades
de las Unidades de Montaña y que cada año
es liderado por uno de los Regimientos de dicha
especialidad de nuestro Ejército de Tierra (ET). En esta ocasión,
el ejercicio fue liderado por el RCZM “América” 66, con
sede en Berrioplano (Navarra) y se desarrolló en el escenario
más exigente al que se podría enfrentar cualquier unidad de
Infantería, la montaña invernal de nuestro Pirineo.
El ejercicio, a diferencia de años anteriores, contaba con algunas
novedades que acrecentaron la importancia del mismo,
y por qué no decirlo, su prestigio en el ámbito del ET. Para
empezar, era la primera vez que se ejecutaba bajo el mando
orgánico del recién creado Mando de Tropas de Montaña
(MTM), hecho que acrecentó los lazos de fraternidad y cohesión
entre los dos Regimientos de Cazadores de Montaña de
nuestro Ejército. Por otra parte, era también la primera vez,
en que las Unidades de Montaña ejecutaban un ejercicio de
esta categoría en el seno de la División San Marcial (SM), lo
que, a mi modo de ver, significó un aumento exponencial del
valor del mismo, pues en él intervinieron otras unidades de
la División, que pueden ser calificadas como unidades de élite
en nuestro Ejército, estas son: Brigada “Almogávares” VI de
Paracaidistas, Fuerzas Aeromóviles del ET, Mando de Operaciones
Especiales, Regimiento de Operaciones de la Información,
entre otras.
La integración de todas estas unidades en un ejercicio como
este supuso un reto a nivel de planeamiento, puesto que lograr
la sinergia de dichas unidades en un ambiente tan hostil
como la montaña invernal no era una tarea simple, tanto
más, cuando no se había hecho nunca antes algo semejante.
18 / / Revista Tropas de Montaña
Todas estas peculiaridades convirtieron el ejercicio IB21 en
el mejor termómetro para medir el nivel y la preparación de
algunas de las mejores unidades de nuestro ET.
Tal despliegue de capacidades requería dotar al ejercicio de
un realismo veraz que motivase a los ejecutantes a dar lo mejor
de sí. He ahí la necesidad de implementar una “Opposition
Force” (OPFOR) que ejecutara la doble acción que el ejercicio
demandaba, y en vista del medio en el que se desarrollaba, la
OPFOR no podía ser otra que una unidad de montaña. Este
cometido fue asignado a la 2ª Compañía de Cazadores del
BCZM “Pirineos” I, del RCZM “Galicia” 64, para la cual, este
ejercicio también supuso un reto, a la par que un aliciente.
Aunque como OPFOR no éramos la audiencia principal a
adiestrar, sabíamos perfectamente que a más implicación
en el ejercicio, mayor rendimiento, y por tanto, mayor grado
de aprendizaje obtendrían las unidades que sí lo eran. Es por
ello, que desde el primer momento, la 2ª Cía. I/64 fue seducida
por el papel que le correspondía interpretar dentro del ejercicio.
En primer lugar porque era la única Compañía de su
BCZM que tenía el honor y la oportunidad de participar en
un ejercicio de tal envergadura, y en segundo lugar, porque
identificó en él cualidades propias de las Tropas de Montaña
que podía poner en práctica con su sola participación, como
son: espíritu de sacrifico, en el desempeño de sus cometidos
tácticos como OPFOR; lealtad, hacia sus hermanos de armas
del “América” 66 y del resto de unidades de la División SM; abnegación,
al no importarle la visibilidad de su trabajo sino el
resultado del mismo; valor, al afrontar la Cía. gran dispersión
en sus despliegues y en un terreno de media y alta montaña;
liderazgo, al encontrase los jefes de pequeña unidad dispersos
y aislados en una amplia Zona de Operaciones; disciplina,
al verse sometidas las pequeñas unidades a una fuerte