T R O P A S D E M O N T A Ñ A
ENSEÑANDO LA SENDA MONTAÑERA
A LOS SOLDADOS DEL CICLO I/20
Como cada inicio de año, se incorporan a sus unidades,
Preparación / 53
procedentes del CEFOT, los soldados de nueva
incorporación del ET. Este año han sido los soldados
del Ciclo de Formación I/20 los que han iniciado
su andadura como miembros del RICZM “América”
66, una andadura que no ha sido fácil por lo complejo de su
instrucción, debido a la situación que se viene padeciendo el
último año y medio. Aún así, esto no ha supuesto un freno
para que los instructores de la Unidad Específica de Integración
(UEI), en la que fueron encuadrados los soldados del
ciclo I/20, sacaran lo mejor de todos y cada uno de los 38 soldados
que componían la unidad, ya fuese en instrucción de
combate como en instrucción técnica.
La misión principal encomendada a los instructores de la
UEI I/20, además de reforzar los conocimientos de combate
generalizado obtenidos en el CEFOT, fue enseñar “la senda
montañera” a los miembros de la Unidad y que estos adquiriesen
esas capacidades técnicas y físicas especiales que todo
soldado de montaña requiere y le diferencia del resto de unidades
de infantería. Todo ello encaminado a que los nuevos
miembros del Regimiento América se adaptasen de manera
eficiente, abnegada y segura, como se espera del buen cazador
de montaña, a la dureza del terreno y a la climatología adversa
que siempre nos regala nuestra querida montaña, con
la finalidad de ser capaces de realizar operaciones de combate
en ese terreno ya de por sí hostil.
Para la consecución de dicha misión se preparó un programa
de instrucción progresivo y ambicioso a nivel físico, táctico
y técnico, el cual se dividía en tres fases diferenciadas. Inicialmente
una primera fase de instrucción táctica de combate
generalizado de infantería, que comprendió los meses
de enero y febrero, en la que además de reforzar los conocimientos
obtenidos en el CEFOT se ampliaron y se adaptaron
a las particularidades del combate en montaña, ya que como
reza nuestro ideario “La Montaña es el mejor campo de instrucción;
en ella los peligros son reales; premia los aciertos y
sanciona los errores”.
En una segunda fase se realizó la correspondiente instrucción
técnica, que todo soldado de montaña debe recibir, basada
en unas maniobras tipo alfa de Instrucción Técnica
de Montaña (ITM), programadas durante las dos primeras
semanas del mes de marzo en el CIAM Candanchú y el Valle
del Aragón, tan conocidos por todos los miembros de las
Tropas de Montaña, en donde los miembros de la UEI I/20
recibieron la instrucción del Nivel Técnico Elemental en su
módulo común y la del módulo invernal de dicho Nivel Elemental.
En esta fase se pudo comprobar que, a pesar de su
poca experiencia en la montaña, los soldados de la UEI dieron
un salto de calidad técnica y sobre todo moral, porque como
todos sabemos y nos recuerda el artículo 7 de nuestro ideario
“La Montaña es escuela de lealtad y valor, en ella se consigue
la fortaleza necesaria para afrontar los avatares de la vida y
de la guerra”.
La prueba de fuego de la UEI I/20 a toda esta preparación,
fue la tercera fase, en base al ejercicio “Infierno Blanco 21”,
realizado por diferentes unidades de la División San Marcial
entre los días 18 y 26 de marzo del presente año en los valles
adyacentes a Panticosa. Durante este ejercicio los miembros
de la UEI I/20 fueron agregados a sus futuras compañías de
destino, con las que estuvieron desplegados los 8 días que
duró el ejercicio, poniendo en práctica tanto las habilidades
tácticas como las técnicas de montaña que habían adquirido
los meses anteriores. El resultado de dicho ejercicio fue un
éxito rotundo, tanto en la maniobra de montaña ejecutada
por los miembros del BCZM “Montejurra” I/66 como la de las
unidades que apoyaron dicha maniobra, especialmente destacable
fue la actuación de los miembros de la UEI I/20, que
dieron muestras de haber entendido y seguido de manera
perfecta esa “senda montañera” que se pretendía enseñarles
a principios de año, ya que aún llevando apenas unos pocos
meses en el Batallón Montejurra, y siendo la primera vez que
ejecutaban un ejercicio táctico con sus compañías, se adaptaron
perfectamente a la situación y al escenario y combatieron
como uno más, con la misma tenacidad y abnegación que el
más antiguo de la unidad, haciendo gala una vez más de que
“orgulloso de la misión encomendada, el montañero dedicará
todos sus conocimientos y entusiasmo a su cumplimiento”.
El final de la andadura de la UEI I/20 fue en el mes de abril
con la entrega, en el patio de armas del Regimiento América,
de la tan ansiada boina verde de montaña, después de que todos
sus miembros pasaran de manera sobresaliente las pruebas
de fin de ciclo. Todo ello fue posible gracias al duro trabajo
realizado y a la lealtad ciega mostrada hacia sus cuadros
de mando e instructores, que no solo les enseñaron a ser un
soldado cazador, sino que también les enseñaron que un infante
nunca se rinde ante la adversidad, porque como dijo el
maestre de campo D. Francisco Arias de Bobadilla en Empel:
“¡Ya hablaremos de rendición después de muertos!”
Ismael Sánchez Milara
Cap. Jefe de la 1ªCía. del BCZM I/66