Varios
MISCELÁNEA
LAS PERSONAS DETRÁS DE LAS FRÍAS ESTADÍSTICAS
Gráfico por empleos de los asesinados por grupos terroristas
Detrás de cada miembro del ET asesinado en un atentado terrorista hay una persona que deja
un recuerdo imborrable y una familia, víctima del terrorismo, marcada para el resto de sus vidas,
algunas de ellas testigos directos del asesinato de su ser querido e incluso asesinada o damnificada
directamente también por el propio atentado, como en los atentados del teniente general Guillermo
Quintana Lacaci, del general Rafael Garrido Gil o del comandante Luciano Cortizo Alonso.
En el caso del teniente general Quintana Lacaci, ya en la reserva, fue asesinado en Madrid cuando
salía de un oficio religioso junto a su esposa por dos terroristas de ETA, que le dispararon y remataron
en el suelo, hiriendo a su esposa en una pierna cuando se abalanzó contra uno de los asesinos.
El general de brigada Rafael Garrido Gil, Gobernador Militar de Guipúzcoa y jefe de la Brigada
de Cazadores de Montaña LI, fue asesinado, junto con su esposa e hijo de tan solo 16 años, cuando el
25 de octubre de 1986 dos miembros de ETA que le seguían en una motocicleta de gran cilindrada
adhirieron un artefacto explosivo sobre el techo del vehículo del general en un semáforo en rojo.
En el atentado del comandante Luciano Cortizo Alonso, el 22 de diciembre de 1995 cuando
salía en coche de su domicilio en León con su hija Beatriz, de 18 años, para comprar los regalos
de Navidad, una bomba lapa adosada a los bajos de su vehículo estalló destrozando el cuerpo del
comandante, que falleció en el acto, y alcanzando de lleno a Beatriz, que quedó gravemente herida.
Placa colocada en León en el lugar donde fue cometido el atentado contra el comandante Cortizo
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Memorial de Caballería, n.º 92 - Diciembre 2022