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REVISTA DE AERONAUTICA Y ASTRONAUTICA 851

TRABAJO INTENSO Durante las siguientes semanas, la Venus Express se dedicaría a explotar todo su potencial científico, siguiendo el plan de vuelo que contemplaba 500 días de operaciones (dos días venusianos). Así, a mediados de diciembre, la ESA dio a conocer un primer mapa de temperaturas del hemisferio sur. Pero ya por entonces se estaba hablando de prolongar la misión, limitada en principio sólo por la cantidad de combustible disponible a bordo para las maniobras de ajuste y orientación. El 27 de febrero de 2007, la ESA aprobó dicha extensión, que incluía seguir financiando el programa hasta mayo de 2009. El 19 de septiembre se completaron los 500 días de trabajo programados originalmente, iniciándose la fase extendida. La continuada recogida de datos se solaparía con los primeros resultados publicados por los científicos. El 27 de noviembre se presentaban varios artículos que anunciaban aspectos curiosos de la geofísica del planeta, como la presencia de abundante aparato eléctrico en su atmósfera, la existencia de un vórtice doble en la atmósfera, sobre el polo sur, y la confirmación de que Venus tuvo océanos en el pasado. A mediados del año siguiente se anunció la detección de la molécula hidróxilo en la atmósfera. Además, se publicaron varias imágenes de la atmósfera. Tres meses antes del teórico final del período de operaciones de la misión, el 4 de febrero de 2009 la ESA anunciaba una segunda extensión del programa, que debería ahora prolongarse hasta el 21 de diciembre de ese mismo año. El 7de octubre, obtenida la financiación adecuada, la agencia daba a conocer una tercera extensión, esta vez por tres años más, hasta el 21 de diciembre de 2012. No sería la última vez. El 23 de noviembre de 2010, y ante los resultados y las interesantes propuestas que incluían investigar de forma más atrevida la atmósfera del planeta, la ESA aprobó una nueva extensión hasta el 31 de diciembre de 2014. Mientras, los científicos siguieron dando a conocer detalles innovadores de la atmósfera venusiana, como la existencia de una capa de ozono y de otra en la que podrían existir precipitaciones de hielo seco (CO2 a muy baja temperatura). También se detectaron vientos cada vez más fuertes. Ya en junio de 2013, y tras un estudio de las reservas de combustible a bordo del vehículo, la dirección del programa anunció el día 20 que era posible una nueva extensión hasta el año 2015. Pero el principal objetivo para los siguientes meses sería preparar un ambicioso experimento de aerofrenado. Con todas sus metas cumplidas, los controladores de la misión podían ser más atrevidos e intentar experimentos mucho más arriesgados. Se planeó así una campaña que duraría entre el 18 de junio y el 11 de julio de 2014, durante la cual la nave reduciría considerablemente su mínima distancia al planeta, permitiéndose rozar las capas más altas de la atmósfera, para poder obtener mediciones a una relativa baja altitud. La órbita de la sonda la había llevado durante ocho años a hasta 250 Km de la superficie del planeta, de forma rutinaria, evitando un rozamiento que de otro modo habría deteriorado rápidamente su altitud sin la participación del sistema de propulsión. Los científicos se habían permitido sin embargo algunos descensos hasta los 165 Km, muy breves, para efectuar algunas mediciones. Ahora, en cambio, se preten- Los científicos observan el final de la misión de la Venus Express. Foto: ESA 228 REVISTA DE AERONÁUTICA Y ASTRONÁUTICA / Marzo 2016


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