TÁCTICA - EL INSTRUCTOR AVANZADO DE TIRO - Federico Citores López teniente de Caballería

MEMORIAL CABALLERIA 77

Empleo Táctico y Operaciones Historia Varios Noticias del Arma Orgánica y Materiales 92 TÁCTICA EL INSTRUCTOR AVANZADO DE TIRO Federico Citores López teniente de Caballería INTRODUCCIÓN Desde que en la Primera Guerra Mundial aparecieran los primeros vehículos acorazados en el campo de batalla, quedó de manifiesto el papel crucial que jugarían estos medios en el desarrollo de las operaciones militares terrestres en el futuro. El empleo eficaz de estos sistemas de armas fue a partir de entonces uno de los principales objetivos a desarrollar por todos los ejércitos del mundo que, poco a poco, contribuyeron a crear la concepción actual del carro de combate y, por extensión, de su empleo en las unidades acorazadas. Aquellos primitivos acorazados que sembraron el pánico en las trincheras del frente de la Pri-mera Guerra Mundial, en un primer momento, consistían tan solo en una plataforma ligeramente acorazada con ametralladoras o cañones de pequeño calibre, los cuales utilizaban precarios siste-mas de puntería que en muchas de las ocasiones se aproximaban más al tiro instintivo que al fuego fruto de un cálculo balístico. A medida que este tipo de medios fue evolucionando a lo largo del siglo XX, su letalidad se in-crementó no solo gracias al aumento del calibre de sus armas principales, sino que se desarrollaron sistemas de puntería y direcciones de tiro más avanzados que permitían batir objetivos eficazmente a mayores distancias y en un menor tiempo, lo cual, como era previsible, hacía que aquellos carros de combate capaces de batir primero a su objetivo aumentaran su supervivencia sobre el campo de batalla. Pero esa evolución de los sistemas de dirección de tiro y de puntería llevaba consigo el aumento de la complejidad de su funcionamiento, por lo que se hizo necesaria la especialización de las tripulaciones a fin de conseguir un elevado grado de instrucción que asegurase el empleo eficaz de estos sistemas de armas. Tal y como señaló el general Mc Chrystal, refiriéndose a los avances tec-nológicos de las últimas décadas, el hecho de poseer un equipamiento tecnológicamente avanzado no implica la eficiencia y letalidad en su uso. «We had day and night capabilities that we never had before, but they were really technical possibilities. You can potentially be a very lethal person. You can turn the corner and hit somebody 200 meters away, but it’s not automatic. The equipment does not equal efficiency and lethality».1 Así pues, se acepta generalmente que una instrucción continua de las tripulaciones de los me-dios acorazados es condición indispensable para obtener el más alto rendimiento en el empleo de tales medios, optimizando los recursos existentes durante las fases de instrucción y asegurando la máxima eficacia en situaciones tácticas reales, llegado el caso. Debido a este motivo surgió también la necesidad de contar en las unidades acorazadas con instructores altamente cualificados, expertos en el empleo de los medios acorazados desde un punto de vista técnico. Estos instructores no solo deben ser capaces de asegurar la correcta puesta a punto de los sistemas de armas acorazados sino que, además, deben contar con una adecuada preparación para diseñar ejercicios de instrucción de las tripulaciones, tanto en simuladores como en los campos de maniobras asignados a ese respecto, con el fin de evaluar las capacidades individuales y de conjunto de la tripulación y permititr así una mejora progresiva hasta alcanzar los niveles óptimos persegui-dos. De este modo surge la figura del Instructor Avanzado de Tiro, la cual será el objeto de estudio del presente artículo. 1  Recuperado de: <http://www.armytimes.com/legacy/new/0-ARMYPAPER-386938.php>.


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