que garantizara el posicionamiento de material en tiempo mínimo y en ambas direcciones, es decir, que en un momento determinado podría ser el Ala 14 desde Polonia la que aprovisionara de elementos críticos (como efectivamente al final ocurriría). El plan era el mejor que se podía poner en práctica, aunque para una operación como la del NTM18 eso no era suficiente: un courier desde Siauliai a Poznan implicaba un mínimo de 12 horas de posicionamiento por carretera, a lo que se tendría que añadir el tiempo de activación del courier. Con un programa de vuelos tan ajustado como el que se había comprometido en Poznan (con hasta cuatro salidas por la mañana y otras cuatro por la tarde), una avería para la que no se contase con repuesto a mano implicaría necesariamente la pérdida de misiones. Ante este desafío, y como medida paliativa, el Ala 14 decidió desplegar cinco aviones (cuatro titulares y reserva), cuando el resto de fuerzas participantes con Typhoon desplegaban tan solo con cuatro aviones y muchísimo más material y medios. Esta medida se demostraría un acierto, posibilitando realizar prácticamente todos los vuelos asignados con excepción de un breve espacio de tiempo en el que, por causas de fuerza mayor, se dio la circunstancia de tener simultáneamente dos aviones inmovilizados por mantenimiento, a falta de recibir equipos de repuesto. Los trabajos de preparación para el ejercicio comenzaron realmente con la IPC (Initial Planning Conference) que tuvo lugar en la base aérea de Poznan en octubre de 2017. Durante un par de jornadas, Eurofighters Tigre español, alemán de tonos verde y el italiano de tonos azules Aviones Tigre de distintos escuadrones participantes 946 REVISTA DE AERONÁUTICA Y ASTRONÁUTICA / Diciembre 2018
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