García Muñoz AI, et. al.
de 204.966 casos nuevos de diabetes y 65.758 eventos cerebrovasculares
isquémicos4.
Para explicar esta situación, es importante recordar que si
bien el tejido graso sirve como reserva energética, el exceso del
mismo predispone la aparición de trastornos cardiometabólicos,
secundarios a la hipertrofia del Adipocito5, situación que se ve
influenciada por el sexo6, el cual de manera paralela interviene
en la distribución de la grasa, favoreciendo su acumulación en el
tejido subcutáneo en las mujeres y visceral en los hombres7, siendo
de mayor riesgo para padecer enfermedades cardiometabólicas,
el segundo, pues se asocia a mayor resistencia a la insulina,
afectando el uso de ácidos grasos, en el organismo8.
En el marco de esta realidad, el índice de Castelli I (colesterol
total/c-HDL), el índice Preaterogénico o Castelli II (c-LDL/c-
HDL) y el índice de triglicéridos (triglicéridos/c-HDL), cobran
un papel relevante9-11, pues permiten la detección temprana de
aquellas patologías que de manera individual o coexistiendo con
otras, predisponen la aparición de enfermedades cardiovasculares12,13.
De hecho, se han evidenciado asociaciones entre la elevación
de éstos índices y la presencia de sobrepeso y obesidad. Al
respecto, González Sandoval y su equipo de trabajo, sostienen
que en sujetos con obesidad abdominal, generalmente, coexisten
trastornos en el perfil lipídico, conducentes al desarrollo de
dislipidemia aterogénica14. Por su parte Eslami y colaboradores,
haciendo uso del índice de masa corporal (IMC), evidenciaron
relaciones entre los índices aterogénicos y la presencia de sobrepeso
y obesidad, en hombres y mujeres jóvenes, con edades entre
18 y 25 años15. También se han hallado relaciones de éstos índices
por separado con enfermedades metabólicas, tal es el caso
del trabajo de Yang y colaboradores, en el cual se reportaron relaciones
significativas entre el índice de Triglicéridos y la presencia
de diabetes y enfermedad renal diabética, en sujetos chinos
de ambos sexos con sobrepeso16, mientras que en los hallazgos
de Zhao y colaboradores, en sujetos obesos, se documentaron
asociaciones fuertes, entre el índice de Castelli 2 y la presencia de
placa ateromatosa en la carótida17. En el mismo 0rden de ideas
Ugwuja y colaboradores, identificaron en población Nigeriana,
que a mayor edad y mayor IMC, mayores eran los valores de los
índices aterogénicos18.
En este punto es importante resaltar que aunque el IMC, ha
sido ampliamente estudiado en el abordaje del riesgo cardiometabólico,
este índice no es certero a la hora de determinar si el
sobrepeso o la obesidad, obedecen a un incremento de la masa
grasa o magra19, por lo cual se recurre frecuentemente al uso de
otros índices antropométricos y a la Bioimpedancia, siendo ésta
última un método útil para medir el agua corporal total en sus
compartimentos, la masa libre de grasa y la masa grasa, entre
otros, a partir de la resistencia de los tejidos, al paso de una corriente
alterna20. En relación a ello, se ha documentado que en
sujetos con normopeso, determinado por IMC, la masa grasa
puede variar desde 5,0 hasta 40,0% del peso corporal y que del
mismo modo, en sujetos con sobrepeso y obesidad, la masa grasa
puede corresponder solamente al 20,0 % del peso corporal21
y por ello es posible que no siempre el incremento del IMC sea
indicativo de riesgo cardiometabólico, aunque se encuentren reportes
de correlaciones fuertes entre este y el porcentaje graso,
tanto en hombres como en mujeres, que así lo sugieran22.
14 Sanid. mil. 2020; 76 (1)
Específicamente en población militar también se ha evidenciado
la presencia de sobrepeso y obesidad, Sedek y colaboradores,
informaron que en hombres de la naval de Malasia, con
edades entre los 18 y 55 años, el 29,3% y 7,2% tenían sobrepeso
y obesidad23, mientras que en otros reportes, en soldados estadounidenses,
el 34,2% tenía sobrepeso y el 10,0 % obesidad24.
En cuanto a Colombia, en 2015, Fajardo y colaboradores documentaron
en 23 pilotos de 24 a 39 años, que el 69,6% y el 8,7%
presentaron sobrepeso y obesidad, respectivamente25.
En lo que respecta a la relación entre el IMC con la masa
grasa y los índices aterogénicos en militares, la evidencia es
escasa y proviene de estudios en otros países, tal es el caso de
Vázquez-Guzmán y colaboradores quienes encontraron que en
hombres del ejército y de la Fuerza Aérea Mexicana, con edades
de 31,77± 6,32 años, el aumento del IMC se relacionaba con la
masa grasa y con el índice de masa grasa26. Asimismo que Naghii
y colaboradores evidenciaron relaciones directas, entre el IMC y
el índice de triglicéridos y Castelli II en personal masculino de
Irán27.
OBJETIVOS
Dado la situación descrita se ha hecho necesario, en primer
lugar, determinar si el índice de masa corporal en cadetes Colombianos
con sobrepeso se debe a masa magra o grasa y en segundo
lugar, si el IMC se relaciona con los índices aterogénicos.
MATERIAL Y MÉTODOS
Estudio descriptivo, observacional, en cadetes de diferentes
niveles de formación, que fueron valorados por el servicio de nutrición
del Centro de Investigaciones de la cultura física (CICFI),
durante el periodo comprendido entre mayo a junio de 2018. En
primer lugar se revisaron las bases de datos del servicio en mención,
posteriormente se identificaron los cadetes de ambos sexos,
que presentaron sobrepeso, estimado por IMC, el cual se estimó
a partir de la división del peso sobre la talla al cuadrado, teniendo
como puntos de corte un IMC ≥ 25 kg/m2 para sobrepeso y ≥
a 30 kg/m2 para obesidad. Se aplicó muestreo no probabilístico
discrecional sobre una población de 100 sujetos, que cumplían
criterios de inclusión: IMC≥25 kg/m2, todos debieron ser valorados
por una nutricionista y antropometrista ISACK 1, empleando
los mismos equipos: Estadiómetro portátil Seca 206®;
Hamburgo Alemania con rango de 0---220 cm y 1 mm de precisión,
báscula electrónica de piso de 200 Kg, marca Seca 813 con
precisión de 100 gr y haber empleado el equipo Medical Body
Composition Analyzer Seca mBCA 525, para evaluar la composición
corporal por Bioimpedancia, la cual permite la estimación
del agua corporal total (ACT) y por asunciones, basadas en las
constantes de hidratación de los tejidos, calcular la masa libre de
grasa (MLG) y por derivación, la masa grasa (MG), mediante
la ecuación basada en dos componentes (MLG kg = peso total
kg – MG kg)28. Cómo puntos de corte para índice de masa grasa,
se tuvo en cuenta los criterios del fabricante para sujetos con
sobrepeso, siendo estos: 10.30 ± 1,34 kg/m² para mujeres y 7.08
± 1,28 kg/m² para hombres. En cuanto a la masa libre de grasa