gran carena», apostilla. Si se cumplen
estos plazos, la Armada podrá disponer
del S-81 a principios de 2023. Mientras
el Isaac Peral se pone a punto en el astillero
cartagenero, el resto de los componentes
de la serie S-80 crecen, toman
forma y se preparan a engullir los 60 kilómetros
de cable y 180 equipos que se
instalaran en su interior, cada uno en su
correspondiente grada de construcción.
En el S-82 Narciso Monturiol se está
procediendo al embarque de tanques
en cada una de las cinco secciones en
las que se estructura el sumergible y
al premontaje de tuberías y equipos,
al mismo tiempo que se trabaja en la
fabricación de sus estructuras no resistentes.
En el S-83 Cosme García la construcción
de su casco resistente ya ha terminado
y han dado comienzo los «trabajos
de acero» del buque, es decir, la fabricación
de tanques, polines (rodillos para
el transporte de material y traviesas) y
soportes para su montaje. Por su parte,
el S-84 Mateo García de los Reyes, comienza
a crecer con la elaboración de las
cuadernas de su casco resistente. Si los
trabajos se desarrollan según el ritmo
programado, la previsión es entregar
a la Armada el S-82 en junio de 2004,
el S-83 en abril de 2026 y el S-84 en
agosto de 2027.
Antes de embarcar, los 48 miembros de la Armada asignados al sumergible siguen
un intensivo plan de adiestramiento en los simuladores Táctico y de Plataforma.
INFRAESTRUCTURAS
«La entrada en servicio de estas modernas
unidades requiere la adecuación de
las instalaciones de la base de la Flotilla
de Submarinos», explica su comandante,
el capitán de navío Ernesto Zarco. Los
trabajos de remodelación han comenzado
por el edificio que aloja los simuladores
de combate y de plataforma, continuarán
con la modernización de la instalación de
suministro eléctrico a los sumergibles y
Armada
la remodelación de los atraques, con el
dragado y alargamiento de las fosas y la
construcción de un nuevo muelle, ya que,
como matiza el capitán de navío Zarco
«los S-80 desplazan aproximadamente
1.000 toneladas más que los S-70 y tienen
diez metros más de eslora». A continuación,
le seguirán la construcción de un
nuevo edificio para dotaciones y la remodelación
de los de servicios generales y la
Escuela de Submarinos.
ESPÍRITU EMPRENDEDOR
De los 39 sumergibles que han prestado
y prestan servicio en la Armada, 27
han salido de las instalaciones del astillero
de Navantia en Cartagena. No
todos fueron diseñados y construidos
íntegramente por la empresa naval española.
Solo los de la mítica serie D-40
hace 85 años y ahora los S-80. También
el primer submarino torpedero de la historia,
el Isaac Peral, fabricado en 1888 y
de vida efímera, apenas dos años, pero
propulsor de la creación del Arma Submarina
cinco lustros después, en 1915.
En su intervención durante la ceremonia
de puesta a flote del S-81, el presidente
de Navantia, Ricardo Domínguez,
recordó la vigencia de las palabras que
pronunciara el insigne inventor, reflejo de
su espíritu emprendedor: «Mis esperanzas
nacen de mi convencimiento fundado
en razones científicas. En la innovación
tecnológica está el futuro».
J.L. Expósito
El siguiente paso en la construcción del S-81 será la instalación en la vela de los
mástiles (de comunicaciones, guerra electrónica, radar y snorkel) y periscopios
Navantia
Mayo 2021 Revista Española de Defensa 11