de la cadena de suministro, que está
siendo cada vez más empleada como
vector de ataque por las ciberamenazas.
Entre las muchas modalidades se
encuentra el tampering, que consiste en
la manipulación malintencionada de un
elemento hardware o software en algún
escalón de la cadena logística, desde la
fabricación a la instalación en el sistema.
Para mitigar el riesgo asociado y
evitarlo, es necesario implantar diferentes
medidas a lo largo del proceso
de aprovisionamiento.
CUATRO LÍNEAS DE ACCIÓN
En opinión del capitán de navío Cubeiro
«la ciberdefensa debe contemplarse
en todas las etapas de un programa.
Eso abarca la fase conceptual y de definición,
por supuesto la de desarrollo e
incluso la de baja para el servicio». No
hay que olvidar que las amenazas a las
industria y tecnología
La Fuerza de Operaciones del Ciberespacio (FOCE) asume capacidades que
abarcan la defensa, explotación y respuesta a incidentes en este ámbito.
Pepe Díaz
De la espada al ordenador
DESDE el principio de los tiempos, la especie humana ha combatido
sobre el terreno. Y a lo largo de los siglos se han ido perfeccionando
las técnicas de combate y el armamento para adaptarse a
ese entorno. Primero se incorporó la caballería, después las armas
de fuego y la artillería, aparecieron las armas químicas, los vehículos
blindados y armamento cada vez más preciso y sofisticado.
El mar fue el segundo ámbito de la guerra. Al principio se empleaban
naves a remo, que combatían al abordaje. Con posterioridad llegó
la propulsión a vela y la artillería en la edad media. La propulsión
a vapor nacida en el siglo XIX supuso una tremenda revolución. Y,
en el siglo XX, el submarino se convirtió en arma decisiva, al tiempo
que la táctica y la estrategia naval evolucionaban continuamente con
la aparición sucesiva de la aviación embarcada, los misiles, las comunicaciones
vía satélite o las tecnologías stealth.
Hay que esperar hasta el
siglo XX para ver convertirse
el aire en campo de batalla.
Hasta entonces tan solo había
servido para apoyar la
observación a distancia en el
combate terrestre desde globos
aerostáticos. Como en los
casos anteriores, la evolución
tecnológica obliga una y otra
vez a revisar los conceptos
doctrinales que rigen el combate:
el motor a reacción, el radar,
los misiles, las aeronaves
no tripuladas…
El espacio pasa a ser objeto
del interés militar en la segunda
mitad del siglo XX. Las operaciones
militares se apoyan cada vez más en las comunicaciones
vía satélite como medio vital para el ejercicio del mando y control.
También en los satélites de observación para la obtención de inteligencia
del adversario. Las potencias más avanzadas desarrollan
capacidades para impedir el uso de estos medios al enemigo.
UN NUEVO ESCENARIO BÉLICO
En la frontera entre el siglo XX y XXI ha surgido el quinto dominio de
la guerra: el ciberespacio. Un medio en el que, como en el terrestre,
naval, aéreo y espacial, puede combatirse y en el que hay que defender
los intereses propios de la acción del enemigo. Su objetivo
es asegurar la libertad de acción a las fuerzas propias y negárselo o
dificultárselo al oponente.
Se trata de un ámbito que puede llegar a tener una enorme influencia
sobre los otros cuatro y
que posee unas peculiaridades:
requiere capacidades específicas
para operar en él, no está
completamente incluido en alguno
de los otros cuatro dominios,
existe presencia de fuerzas
propias y adversarias, permite
ejercitar el control sobre el oponente,
y posibilita la asimetría y
sinergia entre dominios.
En consecuencia, se necesita
contar con capacidades
específicas y fuerzas especializadas
dotadas también de
sistemas de armas y combate
específicos para este ámbito de
las operaciones.
La ciberdefensa influye sobre los otros dominios del
combate: terrestre, aéreo, naval y espacial.
46 Revista Española de Defensa Mayo 2021