La ministra de Defensa expresó el apoyo de España a un
proceso de retirada gradual y que garantice la seguridad
terminar nuestra relación con Afganistán;
más bien, este será el comienzo de
un nuevo capítulo».
Los aliados y socios proclaman en
el texto aprobado la necesidad de un
«acuerdo de paz duradero, integral e
inclusivo que ponga fin a la violencia,
salvaguarde los derechos humanos de
todos los afganos, en particular las mujeres,
los niños y las minorías, defienda
el estado de derecho y garantice que
Afganistán nunca más volverá a ser un
refugio seguro para los terroristas».
Durante su intervención en la videoconferencia
de la OTAN, la ministra
española de Defensa, Margarita
Robles, se refirió a los «destacables»
objetivos conseguidos por Resolute
Support y por la anterior misión desarrollada
en Afganistán, la Fuerza
Internacional de Asistencia a la Seguridad
(ISAF), desplegada hasta 2014.
Según manifestó, las líneas generales
del plan de repliegue presentado por
Estados Unidos «ofrecen margen suficiente
para asegurar que se consoliden
los progresos democráticos alcanzados
en el país en materia de derechos humanos,
educación y bienestar de las
mujeres y los niños», al tiempo que se
evita que el país «vuelva a convertirse
en un santuario para las organizaciones
terroristas».
Robles planteó una propuesta que
contribuya a consolidar esos avances,
la de establecer un futuro acuerdo de
asociación OTAN-Afganistán en el ámbito
de la seguridad y la defensa. «Sería
el mejor tributo que podemos ofrecer al
pueblo afgano y al sacrificio de nuestros
soldados», subrayó la titular de Defensa,
quien expresó el apoyo de España a un
«proceso de retirada gradual, bien coordinado
y que garantice la seguridad».
Por su parte, la ministra de Asuntos
Exteriores, Unión Europea y Cooperación,
Arancha González Laya, dejó
claro que seguirá abierta nuestra Embajada
en Kabul y resaltó el apoyo de
España al Gobierno afgano y a la sociedad
civil para preservar lo logrado
hasta ahora.
PRESENCIA ESPAÑOLA
Al mando del coronel Alfonso Álvarez
Planelles, el último contingente
español está formado por una Fuerza
de Operaciones Especiales, con catorce
componentes; el Elemento Nacional
de Apoyo, con ocho militares;
y el teniente coronel Pablo Paniagua,
del Gabinete Técnico de la Ministra
de Defensa, destinado en el Cuartel
General de la misión en Kabul. Todos
ellos reciben el apoyo de dos intérpretes
nacionales. Antes, en abril de 2020,
a causa de la pandemia, fueron replegados
otros treinta militares.
Desde el primer momento, nuestro
país se involucró junto a sus aliados en
la pacificación y reconstrucción de Afganistán,
operación en la que las Fuerzas
Armadas españolas han realizado 28.000
patrullas, recorrido tres millones de kilómetros
y efectuado más de 1.400 misiones
de desactivación de explosivos.
Inicialmente, la participación española
se articuló a través de la operación
Libertad Duradera, con apoyo médico,
aviones de transporte, buques y helicópteros.
La mayor aportación, sin
embargo, se produjo en el marco de la
ISAF, en la que los primeros 350 militares
llegaron a Kabul el 24 de enero
de 2002. Tres años más tarde, se
asumió el mando de la base de Herat,
donde nuestro país puso en marcha un
hospital de campaña tipo Role 2E y se
hizo cargo del equipo de reconstrucción
provincial en Qala-i-Naw.
Desde 2015, en Resolute Support, los
militares españoles han contribuido a
las tareas de Estado Mayor de la misión;
han atendido a labores de adiestramiento,
asesoramiento y asistencia
a los órganos logísticos nacionales
afganos, al Mando Nacional Afgano
de Operaciones Especiales y a un Batallón
de Operaciones Especiales; y
han prestado protección y seguridad al
personal desplegado.
La operación de Afganistán ha sido
la que más vidas se ha cobrado entre
las misiones internacionales de nuestras
Fuerzas Armadas, con 102 fallecidos en
accidentes o ataques de la insurgencia.
Santiago Fernández del Vado
Mayo 2021 Revista Española de Defensa 57
Rubén Somonte/MDE
Robles, en la sesión de la Alianza, junto a Cristina Gallach, secretaria de Estado de
Asuntos Exteriores; López Calderón, JEMAD; y Martínez-Núñez, SEGENPOL.