fuerzas armadas
El Ocean Sky es
uno de los ejercicios
más importantes
de defensa aérea
que se realizan en
Europa
El Ocean Sky 2021 se efectuó en diferentes
fases. En la primera, de generación
y despliegue de fuerzas, se
llevaron a cabo todas las tareas de preparación
y despliegue de las unidades
participantes. La llamada fase teórica,
incluyó una serie de conferencias
de integración de fuerzas, destinadas
al conocimiento de las aeronaves que
participaban en el ejercicio, seguridad
de vuelo, tácticas de combate, etcétera.
Le siguió la fase práctica, con misiones
tipo DACT, siglas en inglés de
Dissimilar Air Combat Training, o entrenamiento
en combate aéreo disimilar,
es decir, entre cazas de características
diferentes.
MISIONES Y ESCENARIOS
Dentro de esta fase se programaron tres
periodos de combate visual uno contra
uno y nueve misiones principales con
hasta 30 cazas implicados en escenarios
variados: defensa de una zona de exclusión
aérea, recuperación de personal
derribado, defensa aérea y control del
aire y defensa de recursos aéreos de alto
valor. Además, se completaron 18 misiones
de menor entidad con un total de
14 aviones implicados en dos misiones
simultáneas diferentes.
Los pilotos soportaron jornadas de
hasta once horas, ya que a la planificación
exhaustiva antes del vuelo, se sumaba
una reunión posterior en la que se
analizaban los resultados y se sacaban
conclusiones. Entre otros supuestos
tácticos, los helicópteros del SAR practicaron
en aguas de la costa de Gando
misiones de rescate de pilotos eyectados.
Mientras, en la base aérea, el 82
Grupo de Fuerzas Aéreas mantenía sus
Coronel Rafael Hernández Maurín,
director del ejercicio
«Podemos confiar en la preparación y
eficacia de nuestra fuerza aérea»
OCEAN SKY 2021 ha puesto en
acción todas las variantes de las
operaciones de combate aéreo.
Para su ejecución, el MACOM desplegó
sus unidades de caza en la base de Gando
bajo la dirección ejecutiva del coronel
Rafael Hernández Maurín. Durante dos
semanas, se han practicado misiones
en una gran diversidad de escenarios y
con gran número de aviones. Todo ello,
explica, «con el objetivo de elevar la interoperabilidad
entre las distintas unidades
participantes, así como evaluar y mejorar
las tácticas, técnicas y procedimientos en
este tipo de misiones».
—¿Qué esfuerzo
supone organizar
un ejercicio
como este?
—El Ejército del
Aire participa en
pleno, porque un
ejercicio de estas
características estresa
toda su estructura
para hacerlo
posible. Ejemplo
claro de esto son los
medios y esfuerzos
empleados en la
proyección de las
fuerzas a las islas Canarias con aviones
de transporte desde la península, los sistemas
de comunicación empleados, el
establecimiento de una base desplegable,
la protección de las fuerzas, etcétera.
—¿Qué capacidades específicas
se han puesto a prueba?
—Existen ejercicios que entrenan todas
y cada una de las áreas de capacidad
en las que se desenvuelve el Ejército del
Aire (operaciones especiales, transporte
aerotáctico, ataque a objetivos, reconocimiento
aéreo…), pero el Ocean Sky se
define como un entrenamiento puro de
combate aéreo dentro de los entornos de
las operaciones ofensivas o defensivas.
—¿Cómo valora la participación de
fuerzas aéreas extranjeras?
—Este ejercicio siempre ha tenido
una orientación internacional. En cada
una de las ediciones anteriores, fuerzas
aéreas de los Estados Unidos, Francia,
Turquía y ahora Grecia han querido estar
presentes, ya que entienden que en el
entorno europeo es uno de los mejores
escenarios que pueden encontrar para
efectuar un entrenamiento de estas características.
—¿El combate aéreo implica algo
más que las operaciones de vuelo?
—Así es. Habitualmente pensamos
que los entrenamientos de los pilotos y
controladores se realizan a través de las
evoluciones en el aire de las aeronaves.
Nada más lejos de la realidad. La fase
de planificación, casi 24 horas antes del
vuelo en sí, supone un esfuerzo intelectual
de cómo abordar
cada escenario, y
que no se limita a estudiar
al adversario y
el objetivo, sino a la
reflexión de cuáles
son las intenciones
del comandante de
la operación, el nivel
de riesgo autorizado
en la misma, las reglas
de enganche,
las matrices de identificación…
El análisis
e interpretación
de todo ello genera
unas tácticas que son las que luego se
reproducen en vuelo.
—¿A qué nivel se encuentra el Ejército
del Aire en comparación a otras
fuerzas aéreas de nuestro entorno?
—Podemos estar muy orgullosos de
nuestra fuerza aérea y, al mismo tiempo,
tener mucha confianza en ella por
su grado de preparación y eficacia. En
algunas ocasiones, nuestras actividades
están más cerca del ciudadano español
por la naturaleza amable y visible de las
mismas, como la extinción de incendios,
búsqueda y salvamento, aeroevacuaciones
médicas… Pero también se acometen
tantas otras invisibles y vitales, como
puede ser la defensa aérea de nuestro
territorio o la implicación en operaciones
de carácter bélico, que son efectuadas
de manera profesional y al máximo nivel
como cualquiera de las fuerzas aéreas
que nos rodean.
José Luis Grau Domene
34 Noviembre 2021