internacional
mayor cooperación con los
países africanos para combatir
los grupos terroristas
internacionales.
Una vez más, la reunión
de ministros sirvió para dejar
claro que el futuro de
la OTAN está indisolublemente
unido al de la Unión
Europea. En una sesión extraordinaria,
los ministros
aliados se reunieron con
representantes de la Unión
Europea y de Suecia y Finlandia
para, por un lado,
analizar juntos algunos aspectos
de la futura Brújula
Estratégica, como la necesidad
de reforzar la capacidad
Once países aliados —entre ellos España— lanzaron proyectos
de respuesta europea siempre bajo el
principio de complementariedad con
la OTAN, y, por otro, buscar nuevas
fórmulas de cooperación. Según explicaron
de forma conjunta Stoltenberg y
el Alto Representante de la Unión para
Asuntos Exteriores y Política y de Seguridad,
Josep Borrell, «llevaremos la
cooperación entre la OTAN y la UE a
niveles sin precedentes» y antes de junio
de 2022 ambas instituciones previsiblemente
firmarán una declaración conjunta
con un nuevo Acuerdo de Asociación
Estratégica (el tercero, después de los
anteriores de 2016 y 2018). En este momento,
la cooperación OTAN-UE ya se
desarrolla plenamente en áreas como
el ciberespacio, intercambio de información
o amenazas híbridas y, además,
trabajan de forma conjunta en misiones
u operaciones en lugares como el Mar
Egeo o Kosovo. «Pero podemos ir más
allá y vamos a hacerlo» —resumió Stoltenberg—
en áreas como la movilidad
militar, la resiliencia, las tecnologías
emergentes o el cambio climático.
El secretario general reiteró su apoyo
a los avances en la Europa de la Defensa
y afirmó: «Acojo con satisfacción los
esfuerzos de la UE en defensa porque
se trata de aumentar la disponibilidad
de fuerzas o proporcionar nuevas capacidades,
y eso es algo que la OTAN ha
estado pidiendo durante muchos años.
Creo que unas fuerzas más preparadas
y mejor equipadas benefician a todos,
porque son fuerzas disponibles no solo
para operaciones y misiones nacionales,
sino que también están a disposición de
la UE y de la OTAN».
para mejorar las capacidades NBQR.
DISUASIÓN Y DEFENSA
Perfilar la nueva postura de disuasión
y defensa aliada y los medios para conseguirlo
fueron los otros grandes objetivos
de este Consejo Atlántico. El primer
día de reuniones culminó con la elaboración
del Plan General para defender
a la Alianza de situaciones de crisis y
conflicto y que incluye una revisión de
los objetivos de capacidades en todos
los dominios. «Dado que muy pocos
aliados pueden tener todo el espectro
de capacidades y sistemas de defensa,
una de las tareas fundamentales de la
OTAN y, en realidad, lo que hace que
la Alianza sea tan importante, es nuestra
capacidad para coordinar y acordar
objetivos para que podamos apoyarnos
y ayudarnos mutuamente unos a otros»
explicó Stoltenberg. En este sentido,
el secretario general puntualizó que
los ministros habían acordado un Plan
General para poner a disposición de la
Alianza un mayor número de fuerzas y
con más capacidades de última generación
que estarán mejor preparadas
y equipadas en tecnologías
emergentes y disruptivas
para garantizar la ventaja tecnológica
aliada.
Como entramado fundamental
para estos objetivos
de capacidades, los ministros
acordaron durante este Consejo
Atlántico la primera Estrategia
de la OTAN para la
Inteligencia Artificial (IA) en
la que se describe cómo aplicarla
a la seguridad y la defensa
de una manera ética y
segura. También aborda las
amenazas que plantea el uso
de la IA por parte de adversarios
y cómo establecer vínculos
OTAN
de confianza mutua con el mundo civil y
los innovadores en este campo. La inteligencia
artificial es una de las siete áreas
tecnológicas de doble uso que los aliados
han priorizado por su relevancia para la
seguridad y la defensa (y que, además,
son tecnologías cuánticas, big data, autonomía,
biotecnología y mejoras humanas,
tecnologías hipersónicas y espacio).
De todas ellas, se sabe que la IA es la más
generalizada, sobre todo cuando se combina
con otras como big data, autonomía
y biotecnología. Por ello, los ministros
también aprobaron la primera política
de la OTAN sobre explotación de datos
y decidieron que en un futuro próximo
se desarrollarán estrategias individuales
para todas las áreas prioritarias siguiendo
el mismo enfoque ético adoptado para
la inteligencia artificial.
Al margen de la reunión pero también
dentro de las respuetas aliadas ante
el desafío de las nuevas capacidades,
los ministros pusieron en marcha seis
acuerdos internacionales (cuatro con
participación española) en dominios
y áreas concretas. Así, en la defensa
NBQR (Nuclear, Biológica, Química
y Radiológica) los titulares de diez países
(entre ellos España) lanzaron tres
proyectos de alta visibilidad. Por un
lado, el de Protección de Equipos para
establecer un marco para la provisión
de equipos de protección individual y
sistemas de protección colectiva y que
cuenta con la participación de Albania,
Bélgica, Grecia, Hungría, Italia, Letonia,
Países Bajos, España, Reino Unido
y Estados Unidos. Por otro, el proyecto
de sistemas de detección e identificación
La OTAN y la
UE firmarán un
nuevo Acuerdo
de Asociación
para aumentar
las áreas de
cooperación
48 Revista Española de Defensa Noviembre 2021