Los sargentos primeros Juan Simarro y Miguel Carrero (izquierda) prestan apoyo administrativo desde la NSU (National Support
Unit). El comandante Juan Diego Narbona (derecha) es el Tactical Director del E-3A AWACS.
la División de Operaciones, Planes y
CIS del Cuartel General, responsable
de garantizar el mantenimiento
de la capacidad operativa de la unidad
a través del desarrollo, promulgación y
aplicación de las políticas, reglamentos y
estándares operativos, de entrenamiento
de vuelo y de CIS (Sistemas de Información
y Comunicaciones).
«Es un destino exigente y demandante,
de gran visibilidad e influencia, que te
obliga a mantener los más altos niveles
de profesionalidad y comportamiento y
a potenciar el sentido de la responsabilidad
por la importancia e implicaciones
de las decisiones y acciones que tomas;
pero, como contrapartida, ofrece la gran
oportunidad de representar a España en
este puesto y contribuir a la misión de la
unidad, lo cual me llena de orgullo
», afirma el coronel.
Asegura que la participación
en esta unidad de la
Alianza permite a España formar
parte del exclusivo club
de AEW (Alerta Temprana
Aérea). «El desarrollo presente
y futuro del programa
está en constante cambio y las
decisiones de las que nuestro
país es partícipe son cruciales
para la viabilidad y el futuro
de esta capacidad crítica para
la OTAN», explica.
Además, el coronel Azuaga
destaca la experiencia «enriquecedora
y gratificante» que
supone trabajar en un ambiente mixto,
en contacto con personas de 19 nacionalidades,
civiles y militares, hombres
y mujeres, con mentalidades y métodos
diferentes, y en donde la labor de equipo
es la práctica común.
GESTIÓN DE PERSONAL
Esta diversidad es precisamente el aspecto
principal del cometido del comandante
Abel Habas, jefe del Departamento de
Plantillas, Efectivos de Personal Militar
y Entrenamiento de la División de Recursos
Humanos del Cuartel General.
«Con un equipo de solo cinco personas
gestionamos las necesidades en esas tres
áreas de alrededor de 1.400 integrantes
del NAEW», indica el comandante,
quien añade que es un reto al que se hace
frente «con gran compromiso, dedicación,
liderazgo, lealtad y comunicación
sincera y cercana».
Otro de los puestos de gran relevancia
que tiene nombre español, en este caso el
del teniente coronel Carlos Sánchez Bas, es
el de jefe del Escuadrón de Vuelo nº 2, encargado
de proporcionar tripulaciones entrenadas
y con calificación combat ready para
el cumplimiento de las misiones asignadas.
El oficial explica que a la complejidad
habitual de este trabajo se ha sumado,
este último año, el reto de mantener el nivel
de operatividad del Escuadrón a pesar
de la pandemia del COVID-19, que
ha cambiado el modo en que se realizan
las operaciones aéreas y ha complicado
los procesos de gestión de las tripulaciones.
A pesar de ello, el teniente coronel
afirma que se ha seguido trabajando
al 100 por 100 y que la
clave del éxito ha sido «el entrenamiento
y la disciplina que hay
detrás de un equipo de personas
de diferentes nacionalidades
que aportan una variedad y una
riqueza en su conjunto difíciles
de igualar».
Para el personal de los Escuadrones
de Vuelo, este entrenamiento
comienza antes de
desplegar en la base aérea de
Geilenkirchen. En el caso del
teniente coronel Sánchez, además
de tener el título de piloto
militar de transporte y más de
2.000 horas de vuelo en aviones
El subteniente Adolfo Baños y el sargento primero Francisco
Juárez realizan tareas de mantenimiento en el E-3A.
Noviembre 2021 Revista Española de Defensa 41