Frecce Tricolori (Imagen: Miguel Ángel Pascual Arribas) Por supuesto, se buscaba un efecto estético (como el que se consiguió cerrando la estática con el avión-helicóptero V-22 Osprey) y siguiendo un orden, aviones de transportes, cazas, aviones de instrucción, etc. Y por supuesto, buscando la mayor comodidad para el público, con zonas de sombra, WC, zonas de avituallamiento, apoyos para la movilidad con «trenecitos», parkings disuasorios (más de 33.300 plazas) y autobuses lanzadera hasta la Academia. Como curiosidad, se consiguió exponer casi la totalidad de los aviones entrenadores que han pasado por la AGA en sus 75 años de historia, se reunió a todos los aviones de caza del EA y por primera vez, a la mayoría de los aviones de transporte en servicio del EA, como el T-12, C-235, C295, C-130, A400, Falcon, P-3 y Canadair. CONCLUSIONES Trabajo en equipo Todo el personal de la Academia se volcó con entusiasmo, desde el cadete de primer curso hasta los suboficiales con más años de servicio, pasando por el coronel director y el personal civil que trabaja en la AGA. El ambiente de trabajo en los momentos de máximo esfuerzo era ilusionante y contagioso; como display director es de lo que más orgulloso me siento, estos eventos no solo fortalecen la relación con la población civil y ponen al Ejército del Aire en lo más alto como referente de profesionalidad, precisión y ejemplo, sino que hace que el personal de una unidad trabaje al unísono y renueve las fuerzas. En el ambiente, desde la primera toma del jueves se podía sentir y tocar el espíritu aeronáutico que nos caracteriza como Ejército del Aire. Es significativo el trabajo que realizó el personal de mantenimiento y apoyo. La cantidad de movimientos de aeronaves en plataforma para ensayos, estática, exhibiciones aéreas, etc., ninguno de ellos al azar, sino siguiendo con precisión un plan trazado y sabiendo solventar con flexibilidad y la experiencia que nos avala los cambios imprevistos. También es destacable el trabajo del personal de Seguridad de la AGA, que a pesar de la cantidad de público asistente tanto sábado (más de 37.000 personas entraron en la AGA) como domingo (más de 300.000 personas), se consiguió que no se produjeran quejas por atascos y colas, que siempre dejan un mal sabor de boca al espectador. Este no es un resultado fortuito, sino fruto del planeamiento previo y multitud de coordinaciones con una gran cantidad de instituciones y organismos como Guardia Civil, Policía Nacional, Policía Local, 112, Protección Civil, etc., y el apoyo incondicional de los ayuntamientos de San Javier, San Pedro del Pinatar, Los Alcázares, Torre Pacheco y Pilar de la Horadada. Es de destacar el trabajo de sol a sol y desde el anonimato de la Escuadrilla de Rescate y Apoyo Marítimo (ERTAM) que creó la zona de exclusión marítima, requisito indispensable para la seguridad de las operaciones aéreas. Y también el magnífico trabajo realizado por el equipo de controladores del Ejército del Aire, qué desde la torre, junto al deputy display director, coordinaba los más de 200 despegues, 200 aterrizajes e infinitos movimientos en plataforma. Hicieron un trabajo excelente. Cifras y datos – Más de 200 salidas y más 200 llegadas. – Más de 30 tipos diferentes de avión o helicóptero. – 300 personas entre pilotos y tripulaciones. Pasada histórica. (Imagen: Cte Navarro Mora) 688 REVISTA DE AERONÁUTICA Y ASTRONÁUTICA / Septiembre 2018
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