INTERNACIONAL
objetivo y hacer fuego sobre él en poco
tiempo. Aquel día así lo hizo y, en el blanco
conductor para indicarle dónde estaba y
abatirlo. A su victoria se sumó también un
cuarto puesto español, lo que redondeó
la jornada.
El día de los carros fue aún mejor. Los
cuatro primeros clasificados fueron los
componentes de la sección del Regimiento
“Córdoba” nº 10. El del sargento Rojano
consiguió imponerse a los demás por apenas
un broche de oro en el sueño cumplido
que ha supuesto para toda su tripulación,
unida desde 2015, el poder ir a Letonia. Y
eso que, a priori, sus rivales, los polacos,
contaban con una ventaja: su carro, el PT-
91, es de carga automática, a diferencia de
48
que no había visto, tuvo la ayuda del
un segundo. El triunfo fue como poner
Los cuatro primeros
clasificados, en carros
de combate, fueron
los Leopardo españoles
los Leopardo 2E, de carga manual. Así que
el reto era intentar ser más rápido que la
máquina e intentar arañar algún segundo
de ahí. El soldado Herrador, el cargador
del carro ganador, lo logró con solo «tenerlo
todo muy bien ordenado dentro del
puesto e intentar cargar lo más rápido
posible», como hace siempre.
La actuación de todos ellos ha servido
para demostrar que en España «se hacen
las cosas bien», que para ellos era lo más
importante desde el principio.
BLANCOS ESPAÑOLES
Contar con blancos abatibles en esta edición del “Iron Spear” ha sido posible gracias
al ingenio español. El campo de tiro de la base no dispone de este tipo de
blancos, aunque en otras ocasiones los habían prestado los estadounidenses
(que esta vez no han podido participar). Por eso, al jefe del contingente, teniente
coronel Hermoso, se le ocurrió la idea de fabricar unos con lo que pudiesen encontrar
en el mercado local. Y así, con el control remoto de apertura de un garaje
y un torno, y con el trabajo de los especialistas en electrónica y en chapa, se consiguió
fabricar unos que cumplieron perfectamente la función y permitieron medir
el tiempo de reacción de la tripulación, aspecto este que finalmente marcó la
diferencia. Por ejemplo, los tres carros españoles que quedaron primeros, todos
hicieron blanco al primer impacto, todos designaron la prioridad de blancos correctamente
y solo se diferenciaron en un segundo entre el 1º y el 2º y un segundo
entre el 2º y el 3º. Esto no se hubiera podido medir con unos blancos fijos. ¢