OPERACIÓN “BALMIS”
que exigiría un esfuerzo mayor, el MCT
puso en marcha equipos de descontaminación
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no específicos para realizar misiones
preventivas en el ámbito NBQ (hasta
127 equipos). Llevan un equipamiento básico
(mochilas para pulverizar y bayetas) y
actúan en estaciones, aeropuertos y otro
tipo de infraestructuras. Previamente, tuvieron
que formarse con las compañías
de sus Brigadas y con la Escuela Militar de
Defensa NBQ.
Gracias a eso, se facilitó una actuación
más eficaz «para apoyar a la población
civil —más de 1.600 operaciones de descontaminación—,
incluso en la España
“vaciada”», asegura.
TRASLADO DE CADÁVERES
Ante el gran número de decesos de las
primeras semanas y la saturación de los
servicios funerarios en Madrid, la Comunidad
pidió ayuda a las FAS para el
traslado de cadáveres. La Unidad Militar
de Emergencias se hizo cargo de esta tarea,
con el apoyo de unidades NBQ del
ET —en concreto, el Pelotón de Sanidad
del Regimiento NBQ, muy entrenado en
la extracción de víctimas o bajas de una
zona contaminada; así como las compañías
NBQ de la Brigada “Almogávares” VI
de Paracaidistas, y la Brigada “Guadarrama”
XII—. El 5 de abril comenzaron a trabajar
los primeros equipos —compuestos
por nueve militares—, aunque más
tarde se reforzaron para llevar a cabo las
tareas de manipulación. Se encargaban
de recoger, embolsar el cuerpo dos veces
y depositarlo en el féretro para que
otro equipo lo transportara a donde le
indicase la Comunidad; en este caso, la
mayoría se dirigieron a las morgues provisionales,
que permanecieron abiertas
durante un mes.