JUAN DE DIOS...
Una norma de 1803 señalaba para las fragatas de 34 cañones en tiempo de guerra una guarnición de 56 hombres, que
debió de ser el destacamento que mandó Arana. De acuerdo con la «Real Ordenanza Naval para el servicio de los baxeles
de S.M.» de 1802, la guarnición del buque, además de desembarcar para operar en tierra si fuera necesario, se encargaba
de la guardia, tanto en puerto como en la mar, hacía patrullas en tierra, daba rondas en botes o lanchas y se encargaba de
la custodia del armamento y de la bandera entre otras muchos cometidos. En la mar colaboraban con las faenas marineras.
Los sargentos y cabos instruían a la gente de mar en el manejo de la pistola, fusil y sable. Los sargentos podían castigar
a sus subordinados con dos o tres golpes de palo o vara, pero «sin abusar de estas facultades». A los sargentos, a diferencia
de la tropa que dormía en coys, se les suministraba un pequeño colchón «proporcionado a formar un salchichón en
los parapetos de combate». También se les permitía tener dos arcas pequeñas, una que se depositaba en el sollado “a fin
de que no embarace ninguna batería” y otra en su alojamiento «para el común uso de guardar sus útiles de comer». A los
cabos y soldados solo les estaba permitido usar su mochila.
El 1 de diciembre de 1813, estando la Ifigenia fondeada en La Coruña, sufrió un horroroso temporal durante el cual
Arana tuvo una actuación destacada, en palabras de su segundo comandante José de la Serna: «asistió con todo valor y
serenidad a picar los palos del mismo buque y demás faenas que ocurrieron con motivo del temporal». Curiosamente de
la Serna había sido segundo ayudante del batallón de Arana durante la acción de Espinosa de los Monteros.
En agosto de 1814 Arana se incorporó al 3.er Batallón del 6.º Regimiento. El regimiento acababa de regresar a su cuartel
de Dolores en Ferrol tras su gloriosa participación en la Guerra de Independencia.
BOLETÍN DE LA INFANTERÍA DE MARINA 49
SERVICIOS POSTERIORES
En septiembre de 1816 Arana recibe el Premio de la Constancia en el Servicio, (ver ilustración 4) que se daba «en
consecuencia de las gracias concedidas al Real Cuerpo de Batallones de Marina» y por «haber cumplido 4 periodos de a
cinco años, honradamente, sin licencia absoluta, ni haber incurrido en fealdad» (ver ilustración 4). Realmente llevaba
sólo 15 años de servicio efectivos, pero le sirvió de abono como tiempo extra el que sirvió en la guerra que, según su
Hoja de Servicios, era de 5 años, 9 meses y 25 días. El premio consistía en «la ventaja de seis reales de vellón al mes
sobre su actual prest». Se denominaba prest al sueldo del individuo de tropa a diferencia del correspondiente al oficial
que se llamaba paga o sueldo. El prest de Arana debía de ser en este momento de 112 reales al mes. Se dividía en dos
partes el socorro diario (parte del sueldo para el rancho y las sobras, estas se entregaban al soldado para sus menudos
gastos) y la masita (fondo que se formaba reteniendo parte del sueldo para renovación y entretenimiento de las prendas
menores). A los sargentos no se les descontaba la masita ya que se consideraba que debían «atender por si mismos
a su decencia».
Ilustración 3. INFANTE DE MARINA. HACIA 1800