de las primeras aeronaves, para dar lugar a dos días de auténtica “extravaganza” aeronáutica. El RIAT es algo más que una exhibición aérea. No solo alrededor de 230 aeronaves de 19 naciones participaron en el evento; una treintena de mandos militares, 49 agregados militares, diversas celebridades del Reino Unido, Adam Henson y Bruce Dickinson de los Iron Maiden, miembros de la casa real británica, sus Altezas Reales el Duque de Kent y el Príncipe Feisal de Jordania, fueron algunos de los invitados. En el capítulo de cazas, el EF2000 Typhoon de la RSV de la Fuerza Aérea Italiana, el Rafale de la Fuerza Aérea Francesa y los Gripen de las Fuerzas Aéreas Húngaras y Suecas fueron algunos de los ejemplares desplazados a Fairford. Países del Este también hicieron su demostración de fuerza, como la ya mítica silueta del MiG-29, en esta ocasión procedente de la Fuerza Aérea polaca, o un L-39C Albatros de la Fuerza Aérea de Estonia. Dos naciones hicieron su debut en el Royal International Air Tattoo. Por un lado Finlandia con su NH90 y por otro lado Estonia y su L-39. EXHIBICIÓN AÉREA: MENOS NOVEDOSA, PERO GRANDES ESTRELLAS EN EL FIRMAMENTO Quizás la más dinámica y potente exhibición de todo el fin de semana fue la protagonizada por el Dassault Rafale de la ETR 02.092 “Aquitaine” basada en St. Dizier/Robinson. El Rafale se mantuvo en frente de la audiencia en todo momento, recuper a n d o posiciones y distancias constantemente, todo ello con la dificultad de llevar a cabo maniobras a muy altas velocidades y con constantes cambios de Gs. Tras haber recibido numerosos galardones en los RIAT 2011 y RIAT 2012, volvió a ser una de las estrellas con más luz propia. Otra de las joyas presentes en Fairford, y uno de los ejemplares favoritos de la pasada edición, fue el MiG- 29 de la fuerza aérea polaca volado por pilotos diferentes en cada jornada. Y aunque en el 2012 el equipo polaco se hizo merecedor del premio a la mejor demostración en vuelo, este año no fueron tan afortunados. Y es que la demostración llevada a cabo el sábado, fue algo más lejana y pasiva que la que pudo presenciarse el domingo. Aunque los pilotos polacos no fueron particularmente revolucionarios con su MiG, la combinación de agresividad, la elegancia de sus maniobras y el olor a Guerra Fría, hicieron que el Fulcrum volviera a deleitar a todos los aficionados. Otro apartado especial cada edición son la familia Viper. En esta ocasión F-16 Fighting Falcon procedentes de las fuerzas aéreas de Bélgica y Holanda fueron sus máximos representantes; el piloto holandés quien puede ser considerado el justo vencedor de tan particular “lucha”. Desafortunadamente el F-16M belga realizó su demostración demasiado alto y distante de la audiencia, nada que ver con pasadas exhibiciones, y perdió parte del impacto y agresividad visual de este magnífico avión. Otra guerra particular fue la lle- 921 Diseñado por la francesa Dassault Aviation para llevar a cabo un amplio rango de misiones incluyendo la defensa aérea, reconocimiento, ataque terrestre y ataque nuclear, el Rafale volvió a surcar los cielos de Fairford a los mandos del capitán Planche Benoit. General Dynamics F-16A MLU Fighting Falcon perteneciente al 350 escuadrón de la Fuerza Aérea Belga, a los mandos del Capitán Renaud “Grat” Thys, piloto instructor del 350 escuadrón con base en Florennes.
REVISTA DE AERONAUTICA Y ASTRONAUTICA 828
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