dossier El ATR42-600 de Silver Airways Dassault Falcon 8X El tercer prototipo MRJ90 entró en Farnborough con mal pie: tras su primera demostración en vuelo el 16 de julio, su radomo resultó dañado mientras era devuelto a la exhibición estática. Hubo de quedar en tierra al día siguiente, pero el problema tuvo una rápida solución: se desmontó en Moses Lake el radomo del prototipo número 2 y se envió raudamente a Farnborough para su montaje en reemplazo del dañado, de modo que el miércoles 18 el JA23MJ pudo ya efectuar su demostración en vuelo. ATR compareció en Farnborough con un ATR42-600 de Silver Airways decorado con una vistosa librea que le hacía destacar entre los aviones de su entorno, coronada con la inconfundible silueta en blanco de un flamenco en su deriva. Para la anécdota quedó que en su fuselaje se juntaron dos matrículas, la francesa de carácter provisional F-WWLC y la que será estadounidense definitiva N405SV. ATR tampoco dio en esta oportunidad pista alguna acerca de su esperado proyecto de turbohélice de alta capacidad, pero sí emitió en las vísperas del salón un estudio de mercado futuro, según el cual a lo largo de los próximos cuatro lustros se generará una demanda de turbohélices regionales del orden de las 3.000 unidades. Siempre según este estudio, del orden del 80 % de ese mercado será de aviones de 60 a 80 plazas de capacidad, dato que de manera directa justificaría las reticencias de la compañía ante el lanzamiento de un turbohélice de mayor capacidad. Según explicó a los medios Christian Scherer, presidente de ATR, en la actualidad el 36 % de los aeropuertos empleados por la aviación comercial operan con aviones turbohélice en exclusividad. En otras palabras, para ATR el futuro de los aviones comerciales turbohélice está perfectamente asegurado. La organización de Farnborough 2018 dedicó una zona de la exhibición estática específicamente a los aviones de negocios, en la que se ubicaron chalés en las inmediaciones de las aeronaves para acogida de clientes y visitantes. Dassault estuvo presente con un Falcon 8X y un Falcon 900LX que ocuparon lugar junto a la representación de Gulfstream. Gulfstream Aerospace, filial de General Dynamics, como es sabido, aprovechó el marco proporcionado por el salón de Farnborough para presentar el G600, representado en la exhibición estática por el quinto y último prototipo, matriculado N600G y equipado como lo serán los aviones de serie, que comenzó sus vuelos de prueba en agosto de 2017. El G600 está cercano ya a su certificación que tendrá lugar, si no surgen inconvenientes de última hora, a finales del año en curso, de forma que su entrada en servicio llegará a comienzos del año próximo. El G600 fue acompañado por un G650ER, un G280 y dos G500. Fue precisamente este último avión el que adoptó un especial protagonismo en la que fue su segunda comparecencia en un salón de Farnborough, pues uno de los G500 apareció con la librea de Qatar Executive, una división de Qatar Airways creada expresamente para prestar servicios a la demanda. Se trata de un modelo de avión que aún no ha recibido su certificado de aeronavegabilidad –probablemente le habrá sido ya concedido cuando estas líneas vean la luz–, por lo que una vez concluido el salón partió hacia la sede de Gulfstream de Savannah para retornar al programa de ensayos en vuelo. n REVISTA DE AERONÁUTICA Y ASTRONÁUTICA / Noviembre 2018 849
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