Paracaidista alemán con arma anticarro en el bocage normando
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Otro factor importante fue la influencia
de la campaña aliada de desinformación.
Paralizado por ella, el OKW no
liberó sus reservas por si el desembarco
en Normandía era una finta del principal
que podría tener lugar en Calais.
Como ejemplo de la conjunción de estos
dos factores tenemos el movimiento
de la 2.ª División Panzer. Esta, que
se encontraba desplegada en Somme,
a unos 250 kilómetros de las playas de
desembarco, no alcanzó la zona hasta
el día 13 de junio (Día D+7) y no estuvo
completamente operativa hasta cinco
días después de su llegada.
Todo esto no es óbice para destacar
la fuerte resistencia que opusieron las
unidades desplegadas en la costa y las
que fueron llegando como refuerzos.
La ciudad de Caen, capital histórica de
Normandía y un nudo clave de comunicaciones,
que según el plan aliado se
tomaría en la noche del primer día, fue
tomada al cabo de seis semanas.
Es difícil saber
cómo se hubieran
desarrollado los
acontecimientos
si el mariscal
Rommel
hubiera podido
establecer la
defensa con su
criterio
Es difícil saber cómo se hubieran desarrollado
los acontecimientos si el
mariscal Rommel hubiera podido establecer
la defensa de la zona costera
con su criterio y bajo un mando único
en su persona de las tres ramas
de las Fuerzas Armadas alemanas.
Como ejemplo, tomemos lo acaecido
en la playa de Omaha, una de las zonas
de desembarco norteamericano,
donde la operación estuvo a punto de
fracasar tras sufrir los atacantes el mayor
número de bajas de toda la operación,
entre 2000 y 3000 muertos,
heridos y desaparecidos. La unidad
encargada de la defensa era la 352 División
de infantería, que, a pesar de ser
una unidad de nueva creación, tenía
un importante núcleo de veteranos del
frente del este y era de las pocas unidades
de infantería de la zona con su
plantilla casi completa. El mando de
esta unidad recaía en el mayor general
Dietrich Kraiss, quien tenía bajo su
mando diez batallones de infantería y
cinco grupos de artillería, desplegando
solo en la zona de playa de Omaha,
dos batallones de infantería y un grupo
de artillería en consonancia con la
doctrina alemana del contraataque.
El mariscal Rommel ordenó a Kraiss
en una visita de inspección que redesplegara
sus unidades mucho más cerca
de la costa, pero este solo desplegó
en la zona un tercio de sus fuerzas.
Si tenemos en cuenta el alto número
de bajas norteamericanas sufridas en
dicha playa al enfrentarse solo con estas
unidades desplegadas, podemos
suponer que el desembarco en la zona
hubiera fracasado de haber seguido
Kraiss las indicaciones del mariscal
Rommel, lo que hubiera impedido de
esta forma el enlace entre las unidades
norteamericanas y las británicas.
CONCLUSIONES
En una visión retrospectiva, parece
que el mariscal Rommel tuvo una mejor
compresión de la situación militar
en esa fase de la guerra, así como de
los puntos fuertes y vulnerabilidades
tanto de las fuerzas bajo su mando
como del enemigo. En sus anteriores
enfrentamientos con los aliados occidentales
había obtenido una experiencia
de la que carecían otros mandos
que solo se habían enfrentado a
los soviéticos. Comprendió que la invasión
solo podía ser rechazada en
los primeros momentos, como máximo
48 horas; pasado este período de
tiempo pensaba que sería imposible.
No benefició para nada a los defensores
la complicada estructura de mando
que tenía el Ejército alemán en la
zona, que no permitía una respuesta
coordinada y eficaz en el tiempo,
cuando este aspecto era esencial para
repeler la invasión en los primeros
momentos y evitar su consolidación.
La falta de información sobre las intenciones
y el despliegue del enemigo
fue otro de los factores fundamentales
que contribuyeron al éxito de la
operación.
NOTAS
1. Luftwaffe: arma aérea alemana.
2. Kriegmarine: marina de guerra
(1935-1945).
BIBLIOGRAFÍA
- Beevor, A.: El Día D, la batalla de
Normandía. Memoria Crítica; 2010.
- Wieviorka, O.: Historia del desembarco
de Normandía. Tempus;
2008.
- Rommel, E.: Memorias del Mariscal
Rommel. Editorial Caralt; 2006.
- Murray, W.: World War II Magazine;
2006.■