un amplio consenso y una fuerte voluntad
política para actuar.
Para ello, la Brújula fija los objetivos,
los medios y las fechas a cumplir.
El primero, era elaborar el análisis de
amenazas, que debía estar listo antes
del fin del mes de noviembre. Y se ha
cumplido el plazo. El documento presentado
a los ministros el día 20 se ha
articulado en torno a cuatro tipos de
riesgos y amenazas: las amenazas globales
y regionales; los conflictos en
nuestros países vecinos; los desafíos
provenientes de actores estatales; y las
amenazas de actores no estatales.
Sobre esta base, los informes de los
servicios de inteligencia han identificado
a nivel mundial situaciones como
la desaceleración de la globalización,
la creciente rivalidad económica entre
potencias, el cambio climático y la competencia
por los recursos, las presiones
migratorias y las amenazas contra el
multilaterismo. En el plano regional,
han detectado inestabilidad, conflictos,
estados frágiles, tensiones interestatales,
influencias externas y un impacto
desestabilizador de actores no estatales.
Y como amenazas concretas contra Europa,
el informe concluye que existen
actores estatales y no estatales que tienen
como objetivo a la UE utilizando
herramientas híbridas (entre las que
se incluyen tecnologías disruptivas,
convertirse en un actor internacional
más fuerte. Para ello, lo primero es
acotar una cultura estratégica común,
una forma conjunta de ver el mundo
con una percepción de 360 grados, y
definir cuáles son los riesgos como base
para contrarrestarlos juntos. También,
definir exactamente qué papel en seguridad
y defensa quiere jugar la UE
y de qué capacidades quiere dotarse
para mantener el impulso e inyectar
coherencia en la Europa de la Defensa.
La ministra española, subrayó que
es el momento de que «nuestros ciudadanos
perciban resultados y sentir que
la Unión Europea es una actor fundamental
para garantizar su seguridad
y defender sus valores e intereses», y
añadió que «la magnitud de los desafíos
a los que nos enfrentamos nos obliga a
actuar juntos para salvaguardar nuestras
democracias».
Desde el primer momento, tras asumir
la presidencia de la Unión Europea
el pasado mes de junio, Alemania
anunció que uno de los buques insignia
de su presidencia sería consolidar
el camino hacia una auténtica Europa
de la Defensa. Para ello, puso en marcha
un ambicioso proyecto, la Brújula
Estratégica, lanzado el mismo junio
durante una reunión del Consejo Europeo
a nivel de ministros de Asuntos
Exteriores y consensuada por los titulares
de Defensa en un encuentro informal
celebrado en agosto en Berlín.
La Brújula (que, según lo previsto, será
adoptada definitivamente por los jefes
de Estado y Gobierno en un Consejo
que se celebrará durante la presidencia
francesa en la primera mitad de 2022)
no sustituirá a la Estrategia Global de
2016 desarrollada por la entonces Alta
Representante de Política Exterior, Federica
Mogherini, que seguirá marcando
las pautas de la política exterior y de
seguridad de la UE, sino que la complementará
y adecuará a un panorama
internacional cambiante y con unas
amenazas cada vez más híbridas. Como
base fundamental para su desarrollo,
parte con la idea clara de que la política
de seguridad y defensa ha de basarse en
48 Revista Española de Defensa Diciembre 2020
MDE
Varios países apuestan por una sanidad europea que pueda dar respuesta conjunta y coordinada ante cualquier crisis o emergencia.
Los ministros
debatieron los
informes de riesgos
y amenazas para
consensuar un
análisis común