perspectiva
que adoptó el nombre de
alfabeto Able Baker, que era
como se pronunciaban las
dos primeras letras del abecedario:
Able, Baker, Charlie, Dog,
Easy, Fox, George, How, Item,
Jig, King, Love, Mike, Nan,
Oboe, Peter, Queen, Roger, Sugar,
Tare, Uncle, Victor, William,
X-Ray, Yoke, Zebra.
Los aliados de EEUU
pronto entendieron que
para combatir juntos, también
debían utilizar los mismos
códigos por radio. Así
que, en 1943, las Fuerzas
Armadas de Reino Unido
adoptaron el alfabeto de los
norteamericanos.
Finalizada la II Guerra Mundial parecía
Soldados británicos de la Infantería Ligera de Durham operan una
radio cerca de Bayeux, Normandía, el 11 de junio de 1944.
que el alfabeto Able Baker se iba a
imponer en todo el mundo occidental,
pero muchas de aquellas palabras que
definían cada letra eran de difícil pronunciación
para las personas de habla
española, así que en Sudamérica comenzó
a popularizarse otro alfabeto
distinto, el Ana Brazil, al ser estas sus
dos primeras palabras.
ALFABETO AERONÁUTICO
Pero pronto comenzaron los vuelos
transoceánicos en los que los países
sudamericanos adquirían más y más
peso, de modo que la Agencia Internacional
del Transporte Aéreo (IATA)
creó un nuevo alfabeto fonético, tomado
principalmente del Able Baker, pero
sustituyendo algunos fonemas por palabras
con sonidos en lengua francesa
o española para ganarse la adhesión de
más países. Finalmente, en el año 1951
la IATA adoptó el siguiente código fonético:
Alfa, Bravo, Coca, Delta, Echo, Foxtrot,
Gold, Hotel, India, Juliett, Kilo, Lima, Metro,
Nectar, Oscar, Papa, Quebec, Romeo,
Sierra, Tango, Union, Victor, Whiskey,
Extra, Yankee, Zulu.
A principios de los años 50, pues,
existían dos alfabetos más o menos
consolidados cada uno en su ámbito
respectivo: el Able Baker en el mundo
militar anglosajón y el de la IATA,
más global, para las comunicaciones
en vuelos comerciales. Una de las razones
principales de tener un alfabeto
único era evitar las confusiones y errores.
De la misma manera que en un
campo de batalla hay explosiones que
dificultan la comprensión exacta de las
palabras, en las comunicaciones aéreas
de los años 50 las interferencias en la
transmisión eran una constante. Además,
varios ejércitos que ya comenzaban
a utilizar el Able Baker también
eran miembros de la IATA (EEUU y
Reino Unido, por poner dos ejemplos
claros).
La situación no era solamente incoherente,
sino también peligrosa, puesto
que las confusiones podían costar vidas
en las operaciones militares y en
los transportes civiles.
LA ESTANDARIZACIÓN DE LA OTAN
La firma del Tratado de Washington
alumbró en 1949 el nacimiento de la
Alianza Atlántica. La organización, formada
entonces por diez aliados, entendió
enseguida la necesidad de unificar procedimientos
en las operaciones militares
y en el día a día de la Alianza. En 1951 se
creó la Oficina Militar para
la Estandarización y uno de
sus primeros trabajos fue
abordar el tema de la unificación
del alfabeto fonético.
Hubo un estudio para
intentar homogeneizar las
dos modalidades más extendidas
(la Able Baker y
la de la IATA). Se debatió
letra a letra, pero en algunas
la situación se estancaba.
Las que más problemas
dieron fueron la C, la M, la
N, la U y la X. La «batalla
por la N» —entre Nectar y
November— fue la última
que se libró y, finalmente,
el 21 de febrero de 1956 se
adoptó el alfabeto fonético
IWM (B5378)
OTAN, que entró en vigor el 1 de marzo
de ese mismo año:
Alfa, Bravo, Charlie, Delta, Echo, Foxtrot,
Golf, Hotel, India, Juliett, Kilo, Lima,
Mike, November, Oscar, Papa, Quebec, Romeo,
Sierra, Tango, Uniform, Victor, Whiskey,
X-Ray, Yankee, Zulu.
Desde aquel día, los países de la
OTAN utilizan este mismo alfabeto
fonético, tanto en el ámbito civil como
en el militar. Además, ese esfuerzo de
eliminar los sonidos más anglosajones
ha conseguido que sea utilizado por
muchos países (y numerosas organizaciones)
que no son miembros de la
Alianza Atlántica.
La Oficina Militar para la Estandarización
aún sigue vigente en el seno
de la Alianza Atlántica. En las transmisiones
militares, es necesario definir no
solo el alfabeto fonético, también son
fundamentales los protocolos de programación,
que el software de las distintas
radios sea compatible, que se use el
mismo rango de frecuencias, que haya
una tecnología compartida, que se utilice
un mismo idioma, los mismos procedimientos
y unas políticas comunes
de ciberdefensa.
La OTAN hizo en 1951, y sigue haciendo,
un esfuerzo en compartir retos
y soluciones. El alfabeto fonético es un
claro ejemplo de cómo la Alianza puede
implementar medidas en el ámbito
civil y militar que ayuden al progreso
y al entendimiento de todos. Con valores
comunes y buena voluntad, es fácil
(Foxtrot, Alfa, Charlie, India, Lima).
El alfabeto de la
OTAN rige todas
las comunicaciones
radio, civiles y
militares
66 Revista Española de Defensa Diciembre 2020