EDITORIAL
Hacia el futuro
LAS asignaciones del Presupuesto de Defensa para el próximo año, que
suponen unos 10.500 millones de euros —el 4,15 por 100 más que las de
2020—, son razonables en un momento excepcional, en el que el mundo
sufre la mayor pandemia que hemos conocido en un siglo. Pese a ello,
según ha explicado en el Congreso la titular del Departamento, Margarita Robles,
en él se establecen «un cambio de tendencia y unas bases sólidas para el futuro».
Este Presupuesto pone en marcha la necesaria mejora de las retribuciones de
los militares, un proceso que deberá seguir en los próximos años. Refleja también
el compromiso con los programas especiales de modernización, cuya dotación
crece el 8,2 por 100 sobre la de 2020. Estos programas resultan esenciales para
la adquisición de las capacidades que se pretenden conseguir en el escenario
de amenazas a las que se enfrentan hoy nuestras Fuerzas Armadas, y de las
misiones en que intervienen. En 2021 se financian catorce proyectos, entre los
que se encuentra, con la primera asignación, el Buque de Acción Marítima de
Intervención Subacuática (BAM-IS), que asumirá cometidos tan relevantes como
el rescate de submarinos siniestrados, barcos hundidos o helicópteros y aviones
caídos al mar, así como la protección de tesoros sumergidos.
España ha iniciado un nuevo Ciclo de Planeamiento de la Defensa que mira
muy por delante del año siguiente. Aprobadas la Directivas de Defensa Nacional
y de Política de Defensa, entre 2021 y 2022 deberán elaborarse los documentos
que lo jalonan; y en el ámbito específico del planeamiento militar, el nuevo
Concepto de Empleo de las Fuerzas Armadas. Este Ciclo, como señala en una
entrevista el jefe del Estado Mayor Conjunto (JEMACON), teniente general Fernando
García González-Valerio, deberá «diseñar unas Fuerzas Armadas equilibradas,
viables y sostenibles, capaces de hacer frente a las situaciones de inestabilidad en
un entorno mundial cada vez más volátil, incierto, complejo y ambiguo».
Debe destacarse que, a la vez que se promueve una reflexión profunda sobre
su futuro, nuestras Fuerzas Armadas continúan respondiendo en tiempo real al
COVID-19 a través de Misión Baluarte, en apoyo a las comunidades autónomas y
en solidaridad con el conjunto de la sociedad española. Una vinculación sanitaria
militar entre los países de la Unión Europea, que se podría articular en un Congreso
de Medicina Militar que España se ha ofrecido a organizar en su territorio,
puede mejorar el apoyo de la UE a los países que sufran una pandemia o cualquier
otra crisis de salud pública, en beneficio del bienestar común.
RED
Diciembre 2020 Revista Española de Defensa 5