NACIONAL
Texto: Felipe Pulido
Fotos: Stte. Jesús de los Reyes
(DECET) y BRI VII
Con la llegada del verano se incrementa
el riesgo de incendios forestales.
Por ello, el Ejército aumenta
la vigilancia en las instalaciones militares
y, muy especialmente, en los campos de
maniobras y tiro. Sin embargo, su papel
va mucho más allá y realiza una labor muy
destacada en apoyo al medio ambiente y
con la colaboración de organismos y autoridades
civiles.
Ejemplo de estas actuaciones son el Plan
Vigilante Balear —para cuidar el entorno
natural de las islas que componen este
archipiélago— y la operación “Centinela
Gallego” —para prevenir incendios en
Galicia—.
A pesar de las circunstancias extraordinarias
actuales, ocasionadas por la pandemia
por COVID-19, no se han detenido
en su incesante labor. La Comandancia
General de Baleares, a través del Regimiento
de Infantería “Palma” nº 47, y del
resto de unidades de la plaza, ha tenido
que ponerse manos a la obra para sacar
adelante, un año más, el Plan Vigilante
Balear.
Sin ir más lejos, se activó el 15 de mayo,
cuando el estado de alarma no había concluido,
por lo que, inicialmente, lo compatibilizaron
con las labores de desinfección
y otras desarrolladas contra la pandemia.
Pese a ello, son conscientes de que descuidar
el medio ambiente puede acarrear
consecuencias muy graves. En ese sentido,
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