ENTREVISTA
su única ilusión era sobrevivir cada día
y acercarse un poco más al mar, porque
para ellos significaba llegar a casa. Cuando
ellos llegan, gritan: “¡Thalasa, thalasa!”
que, en griego, significa “mar”. Esa palabra
se me quedó grabada en el corazón.
No he vuelto nunca al mar sin escuchar
ese grito. Creo que la historia es algo fascinante,
pero hay que saber acercarla. Para
mí, la historia antigua y medieval siempre
me ha atrapado más que la Contemporánea,
aunque no sabría decir por qué.
Su último libro es Imperios y bárbaros.
La guerra en la Edad Oscura, ¿qué representa
esa época? Es una manera de
nombrar un periodo griego muy importante
en la Historia Universal, de la Edad
Antigua a la Edad Media. Recibe este nombre
porque, en el siglo XIX, había muy pocas
herramientas para acercarnos a esta
época, que es de cambios, de transformación,
de las invasiones bárbaras, es el comienzo
del islam y su gran expansión. De
hecho, si miramos un mapa geopolítico,
el mundo actual sigue siendo el mismo:
Occidente, la Europa Oriental (que hoy
es Rusia, lo que antes era Bizancio) y el
islam. El Mediterráneo, que es donde se
ha configurado nuestro mundo, sigue estando
exactamente igual que en la Edad
Oscura, que va desde la caída de la Roma
de Occidente hasta la consolidación del
islam y del Imperio carolingio. ¿Cómo vas a tomar
decisiones coherentes
ʼʼ como sociedad
si no conoces tu pasado?
Su especialidad es el Imperio bizantino...
En realidad, es una creación que
hemos hecho los historiadores y nunca
existió como tal, porque era Roma. Duró
más de 1.000 años porque, al final, era la
continuación de Roma, de un Estado muy
fuerte, con una estructura administrativa
muy potente y con un ejército con una
tradición increíble. Atesoraban un conocimiento
de siglos y eran conscientes de
esa historia, estaban orgullosos de ella y
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