NACIONAL
LA FAMILIA CRECE
El Equipo Cinológico del Regimiento de Infantería “Inmemorial
del Rey” nº 1 ha incorporado dos cachorros, que afrontan
ya la fase de socialización junto a sus guías
Texto: Felipe Pulido Foto: Cbo. Ruiz (RI “Inmemorial del Rey” nº 1)
Dos cachorros, de raza labrador,
son las últimas incorporaciones
del Equipo Cinológico del Regimiento
de Infantería (RI) “Inmemorial del
Rey” nº 1. La familia canina —formada
hasta el momento por tres perros adultos—
se ha ampliado con la llegada de
Uno y Usa, que conviven ya en los domicilios
particulares de sus guías.
El proceso de socialización que afrontan
desde su llegada a la unidad, a comienzos
del mes de junio, es previo al aprendizaje
de todo lo referente a su especialidad.
Sin embargo, se trata de una fase
fundamental en la que el guía intenta
que el cachorro se familiarice con el entorno.
Esto cobra aún mayor importancia si se
tiene en cuenta la ubicación de la unidad,
localizada en el Palacio de Buenavista, en
el centro de Madrid. «Es una zona donde
hay muchos eventos y donde los animales
se tienen que acostumbrar a la presencia
de las personas y al ruido», explica
el soldado Reyero, uno de los tres guías
caninos del Regimiento.
El Equipo Cinológico participa en numerosas
actividades, bajo la dependencia del
RI nº 1 y del Cuartel General del Ejército,
como por ejemplo actos con autoridades
españolas y extranjeras y otros ambientes
como ferias, actos en la vía pública o
apoyo a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad
del Estado.
Precisamente, la adquisición de los cachorros
es un proyecto piloto, puesto
que hasta el momento los perros que llegaban
al Equipo Cinológico estaban perfectamente
adiestrados. «Muchas veces,
cuando son adultos, les cuesta amoldarse
a este entorno e incluso les puede causar
trastornos de conducta», mantiene el
guía canino.
Por ello, el Regimiento ha querido facilitar
su adaptación desde sus primeros meses
de vida y familiarizarlos con el ambiente
en el que se desenvolverán en su etapa
adulta. «Es muy importante fomentar sus
instintos, acostumbrarlos al entorno, a los
ruidos», reconoce. Para ello cuentan con
la ayuda de un instructor —dependiente
de la Inspección General del Ejército—
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