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REVISTA DE AERONAUTICA Y ASTRONAUTICA 845

dad de su sensor a grandes distancias (400 Km) y efectuando un último encuentro que no debía culminar en una unión. Los dos fueron desactivados en julio. La misión Orbital Express se convirtió probablemente en la más exitosa hasta la fecha. PRUEBAS SUECAS Con el objetivo no sólo de ensayar tecnología para vuelos de cita espacial autónoma, sino también vuelos en formación, el Swedish National Space Board aprobó una misión experimental a la que llamaría PRISMA (Prototype Research Instruments and Space Mission technology Advancement). Como en otros casos, estaría formada por dos satélites, llamados MANGO y TANGO, que fueron construidos por la compañía Swedish Space Corporation (OHB-Sweden) con colaboración alemana, francesa y danesa. El primero sería el principal y pesaría 140 Kg, y el segundo 40 Kg. Ambos fueron embarcados juntos en un cohete Dnepr el 15 de junio de 2010, y situados en una órbita baja heliosincrónica de 600 Km. El 12 de agosto, se separaron entre sí e iniciaron su verdadera misión. MANGO, el único de los dos con capacidad de maniobra, usó su sensor óptico para localizar de nuevo a su compañero desde 500 Km de distancia y acercarse a él hasta unos 10 metros. También ensayó sus cámaras para tareas equivalentes a la inspección y la reparación. En general, se ensayaron sistemas de guiado y de propulsión avanzados, capaces de mantener la distancia entre los vehículos con gran precisión, tal como será necesario hacer con futuros proyectos, como el de la operación de múltiples telescopios en órbita, que conservarán dicha distancia para operar como uno solo. TRAS LOS XSS Terminado prematuramente el programa XSS del U.S. Air Force Research Laboratory, la organización, aún interesada en avanzar en el uso de pequeños satélites para tareas de cita espacial, encargó a la compañía OSC en 2007 la construcción de un nuevo vehículo llamado ANGELS (Automated Navigation and Guidance Experiment for Local Space). A diferencia de los XSS-10 y 11, sin embargo, el ANGELS, de 70 Kg, debería operar en la órbita geoestacionaria, donde se hallan satélites de gran interés militar. ANGELS es la última misión hasta la fecha en este campo. Fue lanzada el 28 de julio de 2014, a bordo de un cohete Delta-4. Como el XSS-10, debía ser liberado desde la etapa superior de su cohete, y utilizar a esta última como objetivo para practicar encuentros y mantener la distancia, usando sus sistemas de guiado y, sobre todo, su sensor SSA. Algo que tendrá que hacer durante un año. ANGELS (USA-255) no viajó solo. Lo hizo junto a dos satélites más, llamados GSSAP-1 y 2, de los cuales tenemos poca información, ya que sus actividades están básicamente clasificadas. Los GSSAP (Geosynchronous Space Situational Awareness Program) también fueron construidos por la compañía OSC, en este caso para la US Air Force, y su objetivo será moverse por encima y por debajo de la órbita geoestacionaria (de aquí la inclusión de dos vehículos), y utilizar sensores para escrutar y espiar a los integrantes de dicha órbita crucial. Se trata pues de prototipos de ingenios capaces de investigar a otros vehículos, con capacidad de maniobra para acercarse a aquellos de los que sea necesario recabar información o saber exactamente dónde están. En 2016 podría lanzarse una segunda pareja. Los GSSAP tienen probablemente como antecesores a otra pareja de satélites militares experimentales de la DARPA, llamados MITEx (Micro-Satellite Technology Experiment). Fueron lanzados a una órbita geoestacionaria el 21 de junio de 2006 en un cohete Delta-7925, que los colocó en una órbita de transferencia. Una etapa específica los trasladó hasta la altura final. Además de ensayar múltiples tecnologías a bordo, habrían realizado maniobras de forma autónoma para eventuales inspecciones en tales órbitas. Construidos por OSC y Lockheed Martin, respectivamente, los dos satélites de 225 Kg, MITEx-A y B, fueron dirigidos por separado hacia un satélite geoestacionario de alerta inmediata, el DSP-23, a finales de 2008, que había dejado de funcionar. Se desconocen los resultados de tales excursiones de inspección, pero dichos ensayos habrían servido para pulir las misiones de los nuevos GSSAP. De otras misiones se sabe aún menos. La USAF ha lanzado en tres ocasiones su vehículo experimental X- 37B (OTV), capaz de despegar en un cohete y aterrizar planeando para ser reutilizado. Equipado con una pequeña bodega para instrumentos, su capacidad de maniobra lo hace perfecto para labores de inspección de satélites. EL FUTURO La ESA tiene entre manos una nueva misión que requerirá un control de navegación muy preciso entre dos vehículos. Se llama PROBA-3 (Project Imagen del NEXTSat, visto desde el ASTRO. (Foto: DARPA). Los satélites de la misión ETS-7, antes del lanzamiento. (Foto: JAXA). 686 REVISTA DE AERONÁUTICA Y ASTRONÁUTICA / Julio-Agosto 2015


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