El Qatari

REVISTA DE AERONAUTICA Y ASTRONAUTICA 845

Acomienzos de los años 90, con el objetivo de alcanzar los mínimos requeridos de aviones de combate, situación agravada tras la retirada de los Mirage III y las diferentes bajas producidas en la flota de aviones de caza, el Ejército del Aire comenzó la busqueda de opciones viables para poder subsanar dicha situación. Entre estas opciones se encontraban la adquisición de nuevos lotes, tanto de F-1 adicionales como de F-18, ambos de segunda mano. Por parte de la flota de F- 1, las acciones que se llevaron a cabo fueron la adquisición de 4 F-1 C y 1 F-1 B de Francia, recibidos a cambio de 2 CASA C-235, y la compra de 13 F- 1 de Qatar, país que buscaba reemplazarlos con Mirage 2000-5. Los primeros se integraron directamente con la flota nacional, ya que prácticamente, excepto por la carencia de sistemas de guerra electrónica (sin alertadores ni lanzadores de chaff/bengalas), lo que les granjeo el calificativo de “ecológicos”, eran similares a la los F-1 CE nacionales. De los F-1 qataries, 11 eran monoplazas de la versión denominada EDA y dos de ellos, biplazas DDA. Disponían de abundante equipamiento, y para los standard de la flota F-1 nacional antes de producirse la modernización, eran bastante avanzados, principalmente en su capacidad aire-suelo (A/G) que le daban sus sistemas, y su capacidad real BVR con el misil Super Matra 530 que se ofrecía en la compra. Los aviones qataríes, se encontraban en muy buenas condiciones y con un gran potencial de horas de vuelo y vida operativa por delante. Como curiosidad, contaban cierta historia ya que habían participado en la operación Tormenta del Desierto llevando a cabo misiones de ataque, aunque dada la entidad de la Fuerza Aérea qatarí, estas misiones tuvieron un carácter evidentemente más simbólico, dentro de la Coalición, que relevante. Dentro del material disponible para la compra, además de diferente tipo de armamento de origen francés, existían pods y sistemas de guerra electrónica y reconocimiento, cuya compra al final no se materializó, dejando al avión únicamente con el antiguo alertador (BF) y sin dispensadores de chaff y bengalas ni posibilidad viable de integrarle los pods de ECM disponibles en el EA. Al final, como extra, únicamente se adquirieron los 40 misiles semiactivos Super Matra 530, los cuales convertían al “qatarí” en una amenaza importante en misiones aire-aire y permitían competir de manera más igualada contra los F-18 cuando cargaban sus AIM-7 Sparrow. Otras diferencias, respecto a los modelos del EA, estaban en el radar Cyrano IV, el cual no estaba modernizado, como los españoles, aunque en la práctica la capacidad era muy similar a este. Además, el motor SNECMA, contaba con unas pequeñas diferencias, las cuales no aportaban mejora de presta dossier C.14C, el Qatari´ JUAN JOSÉ SELLÁN SANZ Comandante del Ejército del Aire 642 REVISTA DE AERONÁUTICA Y ASTRONÁUTICA / Julio-Agosto 2015


REVISTA DE AERONAUTICA Y ASTRONAUTICA 845
To see the actual publication please follow the link above