AUTONOMÍA: CLAVE PARA LA EVOLUCIÓN DE LOS UCAS EN ESCENARIOS AÉREOS DE ALTA AMENAZA En lenguaje moderno, una Aeronave No Tripulada (UAV en siglas inglesas), o mejor: tripulada a distancia, es una aeronave diseñada para ser recuperada bajo el control remoto de un operador. No obstante, aunque no existe una política aceptada internacionalmente sobre las definiciones de UAS, existen acuerdos que intentan delinear un léxico común, tan amplio como sea posible. En consecuencia, tampoco hay una definición aceptada de Sistema de Combate Aéreo No Tripulado (UCAS), por lo que a efecto de este artículo, el UCA será definido como un UAS diseñado para transportar armamento, empleando un nivel de autonomía/automatismo, capaz también de misiones ISTAR (Intelligence, Surveillance, Target Acquisition and Reconnaissance) «El desarrollo de los UAS capaces de realizar misiones cada vez más complicadas que se esperan de las aeronaves en décadas venideras pasa por impulsar el concepto de autonomía» y de sobrevivir en un espacio aéreo de alta amenaza. Numerosas operaciones en diferentes escenarios resaltan la ventaja política y militar de los UAS, así como la necesidad crítica de su evolución para que continúen proporcionando una ventaja operativa en un entorno aéreo cada vez más complejo. En este contexto, el desarrollo de UAS capaces de realizar misiones cada vez más complicadas que se esperan de las aeronaves en las décadas venideras pasa por impulsar el concepto de autonomía o capacidad autónoma. Esa autonomía comprimirá los ciclos de decisión en combate hasta “micro o nanosegundos” al percibir una situación y actuar independientemente con intervención humana mínima y limitada. La rapidez en la toma de decisiones daría a los UAV autónomos una ventaja operativa decisiva en entornos aéreos altamente dinámicos y complejos; es decir, saturados de información. Sin embargo, para que los UAV alcancen dicho nivel de desarrollo, es necesario lograr, en primer lugar, un nivel de confianza próximo al de los operadores de los sistemas aéreos tripulados, confianza que requerirá fundamentalmente de tiempo. El campo de batalla va a verse más congestionado, conectado y restringido. El hecho de que los adversarios se oculten entre la población civil también complica el espacio de batalla, presentando un reto impresionante para los sistemas de vigilancia de aeronaves tripuladas y no tripuladas, que tendrán que filtrar grandes volúmenes de datos para detectar e identificar blancos de interés. Además, la importancia del UAV para establecer enlaces de comunicaciones y conciencia de la situación general en el espacio de batalla enfatiza la nueva característica de interconexión en el entorno aéreo. Los UAV actuales necesitan un gran ancho de banda para comunicaciones satelitales bidireccionales, no pudiendo operar sin enlaces con los operadores. En general, los UAV no pueden acomodar estas realidades del espacio de batalla. Incluso si tuvieran la autonomía necesaria para superar estos desafíos, estarían muy limitados por importantes aspectos legales y éticos sobre su operación en escenarios de combate más exigentes. Superar esta desconfianza fundamental de autonomía es más fácil expresarlo que alcanzarlo. Con la madurez de los sistemas autónomos, su empleo en los UAV permitiría casi con certeza a sus usuarios la obtención de una considerable ventaja operativa. ¿PODRÁ GANAR LA PRÓXIMA GENERACIÓN DE SISTEMAS AÉREOS NO TRIPULADOS, LOS SISTEMAS DE COMBATE AÉREO NO TRIPULADOS, EL CONTROL DEL AIRE EN UN FUTURO CONFLICTO? El Control del Aire es el pilar de toda operación militar convencional contra un adversario con capacidad de defensa aérea. El desarrollo actual de los UCAS está centrado en la detección y destrucción de objetivos “Time Sensitive Targets-TST”, componente airesuperficie de la misión contra el poder REVISTA DE AERONÁUTICA Y ASTRONÁUTICA / Noviembre 2013 871
REVISTA DE AERONAUTICA Y ASTRONAUTICA 828
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