entrevista a...
BIP 41
Asimismo es necesario que el CIA tenga
expertos en Organización Industrial para
mejorar las estrategias de supervisión in-dustrial
en los ámbitos de inspección y ase-guramiento
de la calidad.
También estamos adaptando
los procesos de trabajo específicos
de Ingeniería a las nuevas herra-mientas
y metodologías utilizadas
por la Industria, de forma que sea-mos
más eficientes e interopera-bles
con ellos. Para ello nuestros
ingenieros se deben formar en el
uso de las nuevas plataformas tec-nológicas,
lo que requerirá hacer
cursos monográficos o másteres
específicos.
Es decir, hay que hacer la tran-sición
de unos procesos de trabajo
«analógicos» a otros «digitales», y
es aquí donde hay que conjugar los
expertos en organización con los
expertos en nuevas plataformas
digitales. Por tanto, de alguna forma la di-gitalización
lo que hace es «horizontalizar»
los procesos de trabajo y toma de decisiones,
lo que en una organización tan jerarquizada
como la Armada puede ser un cambio cultu-ral
importante.
A todo esto hay que añadir que es im-portante
que los ingenieros de la Armada
sigan haciendo el curso de Estado Mayor, y
se formen en Gestión de Programas, y hagan
el Ciclo de Logística de Segundo Tramo y
másteres ad-hoc en función de la necesidad
y oportunidad.
También hay que tener en cuenta que no
se «crea» un ingeniero experto de la noche
a la mañana, por lo que será necesario com-plementar
el personal del CIA con personal
civil proveniente tanto de empresas como de
la propia Administración civil del Estado.
P.– ¿Quizás la Armada, una vez más, va
a tirar del carro de la Industria?
R.– Bueno, la Armada siempre ha estado
tirando del carro de la Industria nacional.
Si vemos el modelo de construcción naval,
hemos pasado de un modelo donde se com-praban
los barcos y los sistemas fuera, a un
modelo donde ahora mismo prácticamente
la autoridad de diseño es la Industria na-cional,
tanto Navantia en plataforma y en
sistemas como la industria de sensores. Y
estamos yendo a más, porque no sólo se tra-ta
de que cuantitativamente tengamos más
porcentaje de la Industria nacional, se trata
de que cualitativamente estemos siendo res-ponsables
de tecnologías críticas que antes
se adquirían fuera. En las F-110 por ejem-plo,
hay tecnologías críticas que en las F-100
las compramos fuera, como son los radares
multifunción y como es seguramente todo el
tema de la acústica submarina. Esos son de-sarrollos
que vamos a hacer nosotros, vamos
a potenciar los sistemas de mando y control,
tanto del sistema de combate como del resto
de sistemas de apoyo a la decisión que van a
ser un desarrollo exclusivamente nacional.
Hemos nacionalizado la navegación con em-presa
nacional, o sea, que hemos hecho un
esfuerzo en la F-110 muy grande para que
cualitativamente tengamos un porcentaje de
la tarta total nosotros que es que se haga en
España. Incluso en las armas también vamos
a nacionalizar ciertos segmentos de artille-ría.
Aquí tengo que decir que todo esto fue
una apuesta personal cuando yo estaba de
jefe de programa «F-110» y que fue avalada
por mi cadena de mando y ahora forma parte
de la configuración del buque.
P.– ¿Cuál es a su juicio la proyección futu-ra
del Cuerpo de Ingenieros de la Armada?
R.– Espero que el CIA dure otros 250 años,
pero mientras tanto lo más importante es la
adaptación al entorno. Debemos ser capaces
de responder a los retos y circunstancias que
se presenten. Si miramos el futuro con una
óptica del pasado, nos extinguiremos por no
ser útiles. Por ello el CIA como cuerpo corpo-rativo
y sobre todo su personal deben estar en
el aprendizaje continuo. No podemos ser au-tocomplacientes,
hay que saber lo que hace la
Industria, lo que piensan los Estados Mayores,
conocer las tendencias tecnológicas y conocer
la sociedad en donde desarrollamos nuestra
actividad. Debemos estar donde nos necesi-ten
y adaptarse a las nuevas situaciones.
Alguien puede pensar que un
cuerpo de ingenieros politécnicos
sería lo mejor. Ante esto yo digo
que los Ingenieros de la Armada
debemos ser marinos antes que
ingenieros, y pensar como nues-tros
compañeros embarcados, o
en estados mayores o en el apoyo
logístico. Hoy en día no hay más
que ver que en el mundo civil
hacen falta ingenieros para todo:
banca, consulting, industria, etc.
Una institución como la Armada,
con el nivel de tecnificación ac-tual
y futura, necesita un Cuerpo
de Ingenieros que apoye en todos
los aspectos del proceso de obten-ción,
en la toma de decisiones de
los EEMM, en la ejecución de infraestructu-ra,
aseguramiento de la calidad, etc. Somos
necesarios porque somos un reflejo de la
sociedad a la que pertenecemos.
En el número monográfico de la Revista
General de Marina presento los escenarios,
retos y oportunidades del CIA. Lo que nos
queda por delante es, ¡apasionante!
Para finalizar me gustaría destacar
que para tener éxito en un mundo tan
complejo en términos de tecnología y ad-quisiciones
de armamento y material, es
necesario que las organizaciones sean ca-paces
de colaborar.
En un escenario restrictivo en térmi-nos
de personal y material, la sociedad nos
demanda la máxima eficiencia, eficacia y
economía de medios y la Ingeniería de la
Armada en general y la DIC en particular,
estamos siempre dispuestos a colaborar
como se exige de nosotros en la normativa
en vigor. Somos parte de la solución.
Muchas gracias por la oportunidad de
hacerles llegar mis impresiones sobre lo
que hacemos y quienes somos.
C.F. JESÚS ÁNGEL LORENZO RODRÍGUEZ
CARMEN JÁUREGUI GARCÍA
(PERIODISTA)
FOTOS: TRINIDAD AMBRONA GARCÍA
Debemos ser capaces de responder
a los retos y circunstancias que se presenten.
Si miramos el futuro con una óptica del pasado,
nos extinguiremos por no ser útiles.
Por ello el CIA como cuerpo corporativo
y sobre todo su personal deben estar en el
aprendizaje continuo
...
Debemos estar donde nos necesiten
y adaptarnos a las nuevas situaciones