entrevista
MOPS tenemos una gran responsabilidad,
ya que, además del planeamiento,
seguimiento, conducción y dirección
del sostenimiento de las operaciones,
debemos mantener una dedicación específica
orientada hacia los militares
desplegados fuera de nuestras fronteras
y en territorio nacional. Cada misión
conlleva el seguimiento y el contacto directo
y constante con cada contingente,
para responder de manera inmediata
ante cualquier dificultad.
Continuaré la línea de trabajo de
mi predecesor, el teniente general Fernando
López del Pozo, que en todo
momento demostró su implicación y esfuerzo
por poner en valor lo conjunto.
Antes, cuando fui adjunto para Apoyos,
el comandante era el entonces almirante
Teodoro López Calderón, con quien
comparto su convencimiento de que el
MOPS es el motor de las Fuerzas Armadas.
No en vano, las operaciones
son la razón de ser de las FAS. Como
bien ha definido la ministra de Defensa,
Margarita Robles, «el ejército es un escudo
que permite que las sociedades se
desarrollen en paz y libertad».
—¿Cómo se está desarrollando Misión
Baluarte?
—Esta operación centraliza la gestión
de todos los recursos militares
puestos a disposición de las autoridades
civiles en la crisis sanitaria provocada
por el COVID-19, para ser más
eficientes en este apoyo. No olvidemos
que los Ejércitos y la Armada, junto
con la UME, ya estaban prestando las
ayudas solicitadas por las autoridades
competentes. Para coordinar las actuaciones
hemos activado nuestro Centro
de Operaciones Conjuntas (JOC), que
permanece operativo las 24 horas de todos
los días de la semana, porque somos
responsables de los hombres y mujeres
de las Fuerzas Armadas que participan
en la lucha contra el coronavirus.
—¿Las lecciones aprendidas de
Balmis se han incorporado a esta operación?
—El MOPS está aplicando todo lo
aprendido y ejecutado en Balmis. Ahora
se ha visto necesario preparar rastreadores
y emplearlos para afrontar la segunda
ola del COVID-19. Tenemos en
cuenta la eficacia de nuestra organización,
basada en una estructura de Mandos
Componentes, activada de forma
rápida, cuya ejecución se materializó
en más de 20.000 intervenciones en 98
días. Y ello gracias al esfuerzo de todos
los miembros de las Fuerzas Armadas,
prueba palpable del compromiso de los
militares con nuestra sociedad.
Debo resaltar la gran labor de los
Mandos Componentes. El Terrestre
puso al servicio de la sociedad una gran
muestra de su personal y material, con
capacidad de evolución y adaptación a
cada situación; el Marítimo aportó sus
propias capacidades; y el Aéreo facilitó
todos los transportes aéreos, capacidades
sanitarias y logísticas. La Sanidad
Militar supo aunar su capacidad sanitaria
con la formación militar, demostrando
su versatilidad. Por su parte, el
Mando Ciberespacial veló día a día por
evitar el colapso del sistema sanitario
con algún ciberataque. Todo ello fue
Balmis, pero ahora, a través de Misión
Baluarte, seguimos estando al servicio
de España contra el coronavirus.
—En tiempo de pandemia, ¿se
mantiene en un nivel satisfactorio la
operatividad de las contingentes españoles?
—Todas las operaciones están en la
actualidad condicionadas por el más estricto
cumplimiento de las medidas de
seguridad higiénico-sanitarias que la
situación exige, tanto en territorio nacional
como en las diversas zonas del
exterior donde actúan nuestros soldados,
marineros y aviadores. Esto nos
exige mayores esfuerzos, que afrontamos
con la confianza de poder vencer
26 Revista Española de Defensa Noviembre 2020