fuerzas armadas
El avión F-5B, entrenador
avanzado de los pilotos
de combate, cumple 50 años
totalmente operativo
Un veterano
EN PLENA
FORMA
EL próximo 12 de noviembre la aeronave más longeva del
Ejército del Aire, el Northrop F-5B Freedom Fighter, cumplirá
50 años como entrenador avanzado y de tiro de sus
pilotos de caza y ataque en la base aérea de Talavera la
Real (Badajoz). Superadas las 170.000 horas de vuelo,
son más de 1.000 los alumnos que se han graduado a sus mandos y que,
después, han nutrido los escuadrones de combate volando desde los
históricos F-5A, Mirage F-1 y F-4 Phantom II, aviones de combate de tercera
generación, a los actualmente en servicio F-18 Hornet y Eurofighter
de cuarta y quinta generación, respectivamente. Construido bajo licencia
estadounidense por Construcciones Aeronáuticas S.A. (CASA) en
su factoría de Getafe (Madrid) —responsable también de los trabajos
posteriores de mejora que han permitido alargar su vida operativa de
manera extraordinaria, hasta alcanzar casi seis décadas—, el veterano
«doble mando» del Ala 23 apagará sus motores, previsiblemente, entre
2027 y 2028.
Lejos de encontrarse agotada, «la bicicleta» se asoma a las puertas
de su jubilación todavía en forma. Con ese curioso apelativo fue bautizado
el F-5 por sus primeras tripulaciones, tanto de la versión monoplaza
como biplaza, dadas las excelentes características de vuelo que
presentaba en comparación con los T-33 Saeta y F-86 Sabre a los que
sustituyó durante los primeros años de la década de los 70.
Hoy permanecen activos 19 de los 34 F-5B construidos por CASA
que, junto a otros 36 monoplazas —18 cazas de ataque F-5A y 18 de
reconocimiento fotográfico RF-5A—, constituyeron la flota con la que
se renovó en apenas seis años la aviación de combate del Ejército del
Aire. Como si se tratara de su primer día de servicio, 50 años después,
los veteranos entrenadores avanzados continúan despegando y
38 Revista Española de Defensa
Edu Fernández Servicio Hist. y Cult. del EA