Nuestro Museo

REVISTA DE AERONAUTICA Y ASTRONAUTICA 844

Nuestro Museo LOS GRANDES VUELOS EN LOS INICIOS DE LA AVIACIÓN CIVIL ESPAÑOLA (II) Durante la 2ª República, la Dirección General de Aeronáutica Civil pasó a integrarse en el Ministerio de la Gobernación, como parte de la Subsecretaría de Comunicaciones. Las escuelas civiles que funcionaron durante estos años eran prácticamente las mismas que en los últimos años de la Monarquía. La aviación deportiva y de turismo que en 1930 se había reforzado con la adquisición de una veintena de aviones no tardaría en pasar por una aguda crisis, pues durante los años siguientes las nuevas adquisiciones llegaron a una docena de avionetas. Sin embargo, los aeroclubs afiliados del RACE aumentaran notablemente. En las líneas aéreas comerciales la llegada de la República supondría la nacionalización de la compañía CLASSA que desaparecería, naciendo Líneas Aéreas Postales Españolas LAPE, totalmente estatal. El cambio se redujo prácticamente al de la titularidad de la propiedad, que de bancos, entidades e inversionistas privados pasó al Estado. La red de LAPE durante 1932 y 1933 se limitaba a las líneas Madrid-Barcelona y Madrid- Sevilla, reanudándose durante este último año la línea a Canarias e inaugurándose el vuelo Madrid-Valencia. Durante estos años se realizaron Museo de Aeronáutica y Astronáutica Museo del Aire una serie de vuelos protagonizados por pilotos civiles que podríamos encuadrarlos en vuelos notables, de enorme dificultad, prácticamente sin ayudas a la navegación, limitada autonomía y sin enlace radio con instalaciones de tierra. Como resaltábamos en el artículo anterior, la característica común de estos vuelos es que fueron fruto de la iniciativa privada, normalmente concebidos para lograr objetivos de tipo turístico o comercial, utilizando como medio la via aérea EL RAID DE RAMÓN TORRES GUARCH Nacido en Cataluña, cursó la carrera de ingeniero industrial. Aficionado a viajar había recorrido todo el norte de África en automóvil. Empeñado en ampliar el horizonte de sus viajes para conocer el África Central, pensó en un medio más adecuado que el automóvil por lo que obtuvo el título de piloto, en junio de 1934, en la Escuela de Aviación Progreso de Barcelona. Con solo cinco meses de actividad aeronáutica y ayudado por su amigo Carlos Coll, también piloto civil, inició el planeamiento del vuelo, un vuelo exclusivamente turístico, sin pretensiones de batir ningún record, sobre el África Central. La ruta elegida discurría por la costa atlántica africana hasta Dakar, para desde allí adentrarse en las selvas del Senegal, el Alto Níger, Tombuctú, cruzando el centro del Sáhara, hacer escala en Bidon V (punto estratégico para el aprovisionamiento de combustible en pleno desierto del Sáhara) y regresar a España por Melilla. Una vez resueltas todas las autorizaciones necesarias, despegó del Prat de Llobregat el 22 de noviembre de 1934, efectuando el raid con toda regularidad, cubriendo con exactitud el itinerario sin ninguna incidencia. Tras 23 etapas y 11.160 km. de recorrido, regresó a Barcelona el 23 de diciembre. Su hazaña alcanzó una gran resonancia nacional e internacional por lo que le fue concedido el prestigioso trofeo “Harmon 1934”. La avioneta elegida para el viaje fue una Potez 43, avioneta Raid de Ramón Torres. 562 REVISTA DE AERONÁUTICA Y ASTRONÁUTICA / Junio 2015


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