Page 110

REVISTA DE AERONAUTICA Y ASTRONAUTICA 845

una cámara. Una vez a cierta distancia, el satélite se orientó correctamente y apuntó la suya propia hacia el objetivo. Ambos se hallaban en una órbita a unos 800 Km de altitud. El XSS-10 maniobró alrededor de la segunda etapa del cohete Delta-2, pasando por hasta cinco puntos predeterminados. Sus movimientos fueron transmitidos a las estaciones de seguimiento, e incluyeron mantenerse a distancias de 100 y 50 metros, y finalmente a 800 metros. Su navegación fue autónoma, y permitió informar de sus cambios de posición mediante el envío de una señal de video. La misión acabó con el agotamiento de sus baterías. El siguiente experimento sería el XSS-11, un paso adelante importante en la complejidad del vehículo. Su objetivo sería mejorar lo hecho por su predecesor y ampliar el tiempo de operación de forma notable, ya que debería operar durante al menos un año y hacer diferentes inspecciones. El vehículo fue encargado a la compañía Lockheed-Martin en 2001 y pesó 145 Kg al despegue. Naturalmente, llevaba más reservas de combustible, y paneles solares para alimentar de forma indefinida sus sistemas. Fue lanzado en un vuelo dedicado, a bordo de un cohete Minotaur-1, el 11 de abril de 2005, que lo dejó en una órbita de 839 por 875 Km, heliosincrónica. La misión del XSS-11 (USA-165), sin embargo, estaría clasificada. Tenía una lista de satélites operativos y desactivados a los que podría acercarse para inspeccionar, pero la US Air Force no dio detalles de sus actividades al respecto. Antes de eso el vehículo practicó el uso de sus sistemas con la etapa superior de su cohete, a la que se acercó inicialmente en tres o cuatro ocasiones, aparentemente con éxito. Alcanzó distancias mínimas de 500 metros, y se dedicó a dar vueltas alrededor del motor agotado, midiendo el gasto de combustible. Según los analistas independientes, el XSS-11 habría permanecido junto a la etapa Minotaur durante un año y medio. Podría no haber visitado ningún otro satélite. LA NASA TAMBIÉN LO INTENTA A diferencia de lo logrado por otras organizaciones, la NASA siempre había llevado a cabo encuentros orbitales entre vehículos con la participación activa de astronautas. Dado que en el futuro estaban previstas misiones sin hombres que requerirían ese tipo de habilidad, la agencia inició sus propias iniciativas enfocadas a probar tecnología para garantizar la máxima seguridad y precisión en ese campo. Una de esas iniciativas fue el programa DART (Demonstration of Autonomous Rendezvous Technology), que como su nombre indicaba buscaba ensayar tecnología para citas espaciales mediante sistemas automáticos. Los datos obtenidos se usarían más adelante para hipotéticos vehículos de suministros que tuvieran que acoplarse de forma autónoma a la estación espacial internacional, por ejemplo. La NASA encargó a la compañía Orbital Sciences Corporation la construcción de la nave DART, un satélite de 360 Kg, de 2 por 1 metro, equipado con un nuevo sensor específico de guía mediante video (AVGS), que sería probado en el espacio. La misión debía durar sólo un año e implicaría a la DART efectuando un encuentro con otro satélite ya en órbita, en este caso el MUBLCOM, un ingenio experimental de comunicaciones de la DARPA y también construido por OSC que se hallaba en el espacio desde mayo de 1999. El satélite DART fue lanzado en un cohete Pegasus-XL, el 15 de abril de 2005, y enviado a una órbita circular compatible con la del MUBLCOM. El DART utilizó como sistema de propulsión una etapa HAPS, desarrollada como cuarta fase para los Pegasus. Debía usarla para corregir varias veces su trayectoria y finalmente encontrarse con el MUBLCOM, a unos 790 Km de altitud, demostrando incluso una maniobra para evitar una hipotética colisión. Todo lo debía hacer sin participación del personal de tierra. La misión se desarrolló inicialmente bien, permitiendo que el DART se colocara a 100 metros de distancia del MUBLCOM, en órbita polar. Pero, durante el acercamiento definitivo, los dos satélites chocaron ligeramente (a una velocidad de 1,5 Km/s), sin dañarse, señalando que la maniobra no había resultado del todo acertada. El golpecito elevó un poco la órbita del MUBLCOM, pero se pudo restablecer el contacto con el vehículo. La investigación reveló que hubo diversos errores de navegación y de control del gasto de combustible, y que el sistema que debía evitar una colisión no actuó conforme a lo esperado. En concreto, su cámara AVGS El XSS-10, junto a la etapa de propulsión Delta. (Foto: Boeing). Los satélites de la misión Prisma. (Foto: OHB-Sweden). 684 REVISTA DE AERONÁUTICA Y ASTRONÁUTICA / Julio-Agosto 2015


REVISTA DE AERONAUTICA Y ASTRONAUTICA 845
To see the actual publication please follow the link above