Los militares realizan una importante labor de presencia en calles y puntos críticos. En la foto, efectivos de la Brigada Paracaidista patrullan en Alcorcón.
Desde los primeros momentos
de la crisis, el
Centro Militar de Farmacia
de la Defensa se ha volcado
en la fabricación de gel
hidroalcohólico para la desinfección
de manos, paracetamol
para combatir los
Farmacia de guardia
síntomas de la enfermedad
y ribavirina, un antiviral de
amplio espectro utilizado
frente a la hepatitis C y que
podría funcionar en la lucha
contra el SARS-CoV-2. Su
actividad se amplió a partir
del 23 de marzo, cuando
comenzó a trabajar también
en una solución inactivadora
del coronavirus, a petición
del Centro Nacional de Biotecnología del CNIC (Centro Nacional
El Centro Militar de Farmacia de la Defensa ha incrementado
su producción.
de Investigaciones Cardiovasculares). Todo ello para
evitar posibles déficits de material en el Sistema Nacional de
Salud y garantizar la disponibilidad de unos productos cuyo
uso se había incrementado significativamente, tanto en el entorno
sanitario como en los domicilios particulares.
Para hacer frente a este desafío, el centro ha ampliado
su plantilla habitual de 100 personas en un 25 por 100 y a
los trabajadores se les ha organizado en turnos. Para el jefe
del centro, coronel Antonio
Juberías, la mayor preocupación
es evitar el contagio.
«Un técnico de laboratorio
no se improvisa», manifestaba
al diario El País. En este
centro, ubicado en la localidad
madrileña de Colmenar
Viejo, la producción no
ha parado ni un momento.
Cuando acabe esta pandemia,
se sabrá exactamente
la cantidad de comprimidos
de paracetamol, litros de
desinfectante o ampollas
de ribavirina que se han
producido en sus instalaciones.
«En estos momentos
es complicado hablar de
IGESAN
una capacidad de fabricación exacta, no me aventuraría a
dar ningún tipo de cifra», declaraba el coronel Juberías a la
COPE. Los medicamentos se ponen a disposición de las autoridades
«y ellas son las que determinan donde tienen que
ser distribuidos», aclaraba el coronel.
No es la primera vez que el Centro Militar de Farmacia
de la Defensa colabora en una crisis sanitaria. En 2006, durante
la epidemia de la gripe A, encapsularon los antivirales
del H1N1.
Abril 2020 Revista Española de Defensa 13
Pepe Díaz