fuerzas armadas
Aliados en
BÉTERA
El Cuartel General Español de Despliegue
Rápido de la OTAN se encuentra este año a
disposición de la Alianza para ser empleado
como mando de una fuerza conjunta
LO primero que se ve al entrar
en el Cuartel General
de la OTAN en Bétera son
once mástiles con la bandera
de once países y, en medio de ellas,
la de la Alianza Atlántica. Allí trabajan
todos los días militares de Alemania,
España, Estados Unidos, Francia,
Grecia, Italia, Polonia, Portugal, Reino
Unido, Rumanía y Turquía. Este
año, además, se incorpora la República
Checa. Pronto habrá doce banderas.
El ritmo de esta unidad ha aumentado
en los últimos meses con motivo de
su certificación para poder ser empleada
al mando de una fuerza conjunta.
Tras la evaluación en Menorca el pasado
mes de octubre durante las maniobras
Trident Jackal, el Cuartel General
permanece durante todo 2020 a disposición
de la Alianza con este cometido.
En caso de activación podría proyectar,
dirigir y ejercer el mando y
control sobre una fuerza conjunta de
entre 50.000 y 80.000 efectivos. Es
para lo que se ha preparado Bétera. Al
mando de esta fuerza conjunta estaría
el teniente general Fernando García-
Vaquero Pradal, jefe del Cuartel General
Español de Despliegue Rápido
(NRDC-ESP, por sus siglas en inglés).
El espectro de conflictos a los que podría
responder es muy amplio, pero el
general pone el foco en los dos flancos
de la OTAN: «En el Este de Europa,
la OTAN se enfrenta a un escenario de
carácter convencional combinado con
procedimientos no clásicos (híbrido).
En el Sur, sin embargo, la amenaza
no es tan convencional, y se basa más
en grupos terroristas o criminales que
actúan desde santuarios de la zona del
Sahel y pueden provocar inestabilidades
en nuestras naciones, fuera de ellas
e incluso en líneas de tránsito energético,
rutas marítimas, etcétera».
VALENCIA COMO BASE
Este Cuartel General es fruto de un
concepto estratégico definido por la
Alianza en 1999, en un momento en
el que parecía que iba a desaparecer
definitivamente el viejo enfrentamiento
entre bloques. Las nuevas amenazas
aconsejaban disponer de manera
permanente de una serie de unidades y
medios y, sobre todo, de cuarteles generales
fácilmente proyectables con un
alto grado de disponibilidad.
En este sentido, la Alianza lanzó
una oferta de participación a sus países
miembros a la que España respondió
con el compromiso de establecer en Bétera
(Valencia) uno de estos cuarteles
generales. En 2002 se realizó —en el
campo de maniobras de Zaragoza— el
primer despliegue de esta unidad para
su ejercicio de validación, y los evaluadores
de la Alianza Atlántica pudieron
comprobar y certificar que todos los requerimientos
operativos exigidos por la
OTAN se cumplían.
Del mismo modo, la base Jaime I de
Bétera reúne las estrictas condiciones
y estándares que marca la Alianza. Es
una instalación moderna y adecuada
De los 300
militares en
el cuartel general,
55 provienen
de países aliados
46 Revista Española de Defensa Abril 2020