RESULTADOS Y CONSECUENCIAS DE LA PRIMERA VUELTA AL MUNDO
Años después, en 1542, el primer virrey de México, Antonio de Mendoza,
puso en marcha otro viaje bajo la autoridad de Ruy López de Villalobos, para
dirigirse hacia las islas de Poniente (Indias Orientales), en la exploración de
nuevos recorridos comerciales. Esta expedición llevaba cuatro naos, un bergantín
y una goleta. Se dirigió hacia la costa oeste de México, redescubrió unas islas
cercanas que se bautizaron con el nombre de Corrales, La Anublada (hoy San
Benedicto) y Los inocentes, todas ellas en las actuales islas de Revillagigedo.
Más tarde, descubrieron la isla Clarión o la isla de Wotje, en la zona oriental de
las Marshall, así como el archipiélago de Kwajalein, al que bautizaron islas Los
Jardines, y la isla de Yap, en las Carolinas occidentales. Pero no fueron más
allá: los pilotos alegaban que era imposible seguir adelante y tras varias vicisi-tudes,
hambres, tormentas y naufragios, expulsados por los nativos hostiles,
abandonaron los asentamientos en aquellas aguas, buscando refugio en las Mo-lucas,
donde fueron apresados por los portugueses. Habrían de pasar veintidós
años para que España alcanzara un éxito extraordinario.
En efecto, el momento llegó cuando el segundo virrey de Nueva España,
Luis de Velasco, facultó a Mi-guel
López de Legazpi para zar-par
con una nueva expedición.
Este no era navegante ni militar
sino un leguleyo, un funciona-rio
que desde joven había de-sempeñado
cargos burocráticos;
llevaba veinte años en México
y había sido alcalde mayor de
la capital del Virreinato de Nue-va
España. Tenía, por entonces,
sesenta años, una larga carrera
profesional y no parecía la per-sona
adecuada para tan arries-gada
misión, pero, a la larga,
resultó ser el hombre conve-niente
para dirigirla. Demostró
ser un gran cabecilla, un buen
dirigente y un prudente gober-nador
que consiguió agrupar a
las más de siete mil islas del ar-chipiélago
filipino y convertir-las
en una gran tierra. El pro-pósito
era dirigirse hacia las
islas de Poniente y hallar la ruta
de regreso a Nueva España sin
tocar en las Molucas. Iría acom-
Retrato de Miguel López de Legazpi.
(Imagen: internet)
358 Agosto-septiembre