Santa Bárbara
MEMORIAL ARTILLERíA, nº 177/2 - Diciembre de 2021 - Suplemento especial de santa Bárbara
de
se le apareció por la noche, la
consoló, la animó, le prome-tió
sostenerla en medio de los
tormentos y la curó de todas
sus heridas.
Por la mañana la hizo
comparecer Marciano ante
su tribunal y hallándola
perfectamente curada, qui-so
persuadirla que debía
su curación al poder de los
dioses romanos. Pero Bár-bara,
manteniéndose firme y
constante en su fe en medio
de sus sufrimientos, le dijo:
«Quien me ha curado es solo
Jesucristo, vuestro Dios y
mío. Aunque hagáis peda-zos
mi cuerpo, el que me ha
dado la salud puede también
darme la vida. El que muere
aquí por su amor vive eter-namente
con él en el cielo».
Irritado el tirano por esta
respuesta, la hizo desgarrar
con agudos garfios, ordenó
que quemaran sus costados
con teas encendidas, mandó
que le cercenaran los pechos
con agudos cuchillos, exhi-biéndola
completamente des-nuda
y paseándola por las
calles. Se dice que un ángel
la acompañaba manteniendo
a su alrededor una nube que
a modo de manto blanquísi-mo
la ocultaba. Por último,
perdiendo el pretor Marcia-no
toda esperanza de vencer
su fe y de cansar su perse-verancia,
la condenó a que le
cortasen la cabeza. Dióscoro
llevó la barbarie hasta el ex-tremo
de querer ser él su úl-timo
verdugo y pidió al juez
que le diese el gusto de que
su hija no muriese por otras
manos que por las suyas.
Una petición tan cruel, que
causó horror a todos los que
estaban presentes, pero que
le fue otorgada.
Aquella casta víctima fue
llevada fuera de la ciudad a
una pequeña colina, donde
apenas llegó se puso de rodi-llas,
levantó los ojos al cielo,
y habiendo hecho una breve
oración, suplicó al Señor que
aceptara el sacrificio que le
hacía de su vida. Aquel pa-dre
inhumano, de un golpe
de sable terminó una tan be-lla
vida, y le procuró la gloria
del martirio a santa Bárbara
el día 4 de diciembre.
El cielo miró con horror la
barbarie de este padre des-piadado
quien, al bajar de la
colina todo teñido con la san-gre
de su propia hija, fue sú-bitamente
fulminado por un
rayo. Tiempo después, tuvo
la misma suerte el pretor
Marciano.
EXPANSIÓN DEL CULTO
A SANTA BÁRBARA.
El martirio y la muerte de
la joven hija del sátrapa de Ni-comedia
fueron sucesos que
conmocionaron y cautivaron
a la comunidad cristiana lo-cal.
El lugar del enterramien-to
se convirtió pronto un
lugar de culto y veneración a
esta mártir cristiana.
La devoción a santa Bár-bara
se difundió inicialmente
por la península de Anatolia
y Oriente Próximo. Tras el
cese de la persecución de los
cristianos decretada por el
emperador Constantino I con
el Edicto de Milán en el año
313, el cristianismo se ex-pandió
rápidamente. El em-perador
Teodosio I (379-395)
ordenó destruir las estatuas
paganas del complejo de
templos de Baalbek y trans-formó
en iglesia el templo
de Venus. Tras su muerte,
Aquel padre inhumano, de
un golpe de sable termi-nó
una tan bella vida, y
le procuró la gloria del
martirio a santa Bárbara
el día 4 de diciembre.
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