REVISTA EJÉRCITO
N.º 956 EXTRAORDINARIO NOVIEMBRE
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» Liderazgo: los sistemas cohetes
actuales exigirán que menores
niveles de mando tengan mayor
responsabilidad y, por tanto, precisen
mayor preparación técnica
y táctica. El mando y control debe
prever esta descentralización en
la ejecución (mission command).
Hay que señalar que actualmente
se mantiene en el GALCA I/63
una mínima capacidad cohete latente,
lo que contribuye a su mantenimiento
en el Ejército de Tierra
en forma de un equipo reducido
de personal, asumiendo que la capacidad
militar no está solamente
ligada al material, sino al conocimiento.
En definitiva, España debe mirar a
los países de su entorno y reconocer
la prioridad que han dado a su
potencia de combate, sus apoyos
de fuego terrestres y, en particular,
a su artillería cohete.
El cohete es un sistema de armas
fundamental entre los países de
la Alianza, ya sea con el sistema
introducido en los años noventa
–el MLRS– o con el más reciente
–HIMARS–. Ambos sistemas son
capaces de emplear prácticamente
las mismas municiones, de gran
alcance y elevada precisión, y destacan
por su tecnología punta, su
movilidad táctica y su capacidad
de proyección.
Tras la retirada del sistema Teruel
sin haberse previsto su reemplazo,
debemos ser audaces y ágiles
en la adopción de una decisión
que no nos retrase haciéndonos
perder la oportunidad de contar
con unas capacidades que, como
se ha intentado reflejar a lo largo
de este artículo, son imprescindibles
en nuestras Fuerzas Armadas
para estar a la altura de las exigencias
que nos serán reclamadas en
el ámbito de los apoyos de fuego,
porque el futuro del cohete ya es
hoy.
NOTAS
1. Guided MLRS. Cohete de guía
inercial auxiliado por GPS, de 227
mm de calibre (munición M30/
M31). También pueden servir ambos
sistemas (MLRS y HIMARS)
de plataforma del ATACMS (army
tactical missile system), con alcances
de 100-300 km.
2. Munición con capacidad de exploración.
Tiene una autonomía
de diez horas y un alcance
de 150 km.■
Lanzador HIMARS. Fuente: www.lockheedmartin.com