revista de aeronáutica y astronáutica / octubre 2022
778 el concepto de guerrilla aérea (I)
aéreo tradicional requiere medios
que solo un determinado número de
estados puede acometer.
Así ejércitos como el sueco disponen
de cazas como el JAS-39
Gripen con capacidad de realizar
despegues y aterrizajes en pistas de
longitud reducida (STOL) 13 e instalaciones
de contingencia como tramos
de autovías distribuidas por todo el
país que pueden ser utilizados como
pistas por parte de sus cazas14. Otro
tipo de actores como los huzíes, disponen
de instalaciones subterráneas
secretas para la protección de su
arma aérea de drones y misiles de
crucero15.
Pero la seguridad también se aplica
en la ejecución de la misión, es
decir la capacidad de ser o no detectado
en vuelo. En este aspecto
cuando más reducida sea la firma
radar, optrónica, electromagnética
o acústica de la aeronave más difícil
será su detección. En este sentido
los drones, en particular aquellos
clasificados como LSS16, debido a
sus especiales condiciones de vuelo
y sus características físicas, son generalmente
más difíciles de detectar
que la gran mayoría de aeronaves
tripuladas17.
En general se podría considerar
que los drones y sus necesidades logísticas
pueden cumplir con las necesidades
de seguridad aplicadas a
la guerra de guerrilla.
MOVILIDAD
La movilidad hace referencia igualmente
a dos aspectos, la posibilidad
de trasladar la operación de una ubicación
a otra y la capacidad de los
sistemas de armas y sus operadores
de actuar en distintas localizaciones.
Respecto al primer punto se ha
analizado anteriormente la alta dependencia
de instalaciones de las
aeronaves tripuladas, por norma general
fijas, con la excepción de algunos
ejércitos que establecen planes
de contingencia para utilizar emplazamientos
alternativos. Los drones y
particularmente aquellos que se alejan
de la tipología de una aeronave
tripulada, son menos dependientes
de estas instalaciones por lo que su
movilidad es superior.
Por ejemplo, un dron de categoría
Mini (su peso oscila entre dos y 20 kilos)
puede ser transportado por una
persona y operado con necesidades
mínimas. O en el caso de un dron
de tipo táctico, generalmente su estación
de control en tierra (GCS) 18
puede ser transportada en vehículos
y los requerimientos para el despegue
y aterrizaje suelen ser inferiores
a los de las aeronaves tripuladas.
La movilidad de estos sistemas
de armas y las características del
dominio aéreo capacitan a los operadores
de la guerrilla aérea poder
actuar cubriendo una amplia cobertura
del área de operaciones. Para el
caso de los sistemas tripulados los
tripulantes ponen en riesgo su vida
en sus acciones. En cambio, con la
utilización de sistemas aéreos no tripulados
pueden realizar las misiones
desde la cobertura que le otorga el
alcance de sus sistemas de armas sin
aproximarse al enemigo, por lo que
aumenta la seguridad y la supervivencia
de los combatientes. Esta cobertura
irá desde decenas de metros
para los drones de menor tamaño
Predator B operado por el EZAPAC durante el ejercicio Sirio 21.
Usado como apoyo en las misiones de recuperación de personal
(Imagen: Flickr del Ejercito del Aire y del Espacio)