OPINIÓN
LAS OPERACIONES
ANFIBIAS EN EL S. XXI
—SON POSIBLES, PERO HAY QUE HACER CAMBIOS—
1.- INTRODUCCIÓN
Durante los 2.000 últimos años el mar ha sido empleado como un espacio de maniobra para lograr el control del litoral
y atacar el territorio enemigo. Los asaltos anfibios han sido una pugna constante entre los atacantes y los defensores.
Los intentos de vaticinar el fin de las operaciones anfibias no han logrado evitar que sólo desde el final de la II GM se
hayan producido más de 100 con diversos fines: desastres naturales, evacuación de civiles, destruir objetivos en la costa y
ayudar a resolver crisis. Sin embargo, las actuales amenazas A2AD, pueden suponer un peligro para los buques, tropas y
aeronaves en ellos embarcados hasta las 200 nm y más allá. Esto permitiría a un defensor cubrir grandes extensiones de
costa con pocos medios y limitaría las opciones de los atacantes para abordar la tierra. Por otro lado, el litoral representa
una región crítica, con grandes núcleos urbanos y conectados y eso en un escenario donde las grandes potencias y las no
tan grandes prefieren la representación y el amago: «proxis», «guerra hibrida», «zona gris» antes que llevar a cabo las
tradicionales hostilidades declaradas. Por eso los nuevos conflictos potenciaran la ocupación de territorios críticos para el
enemigo durante periodos de tiempo limitado para poder sentarse con bazas favorables en una mesa de negociación.
Todo ello exige la necesidad de crear nuevos conceptos y capacidades para sobrepasar estos nuevos peligros si se quieren
seguir empleando las operaciones anfibias.
2.- LAS AMENAZAS A2AD Y LAS OPERACIONES ANFIBIAS
En julio del 2006, Hezbolá empleo un misil antibuque
(ASCM) chino «Silkworn» para alcanzar una corbeta israelí
produciendo 4 muertos. En Septiembre del mismo año, rebeldes Hutíes reclamaron la destrucción con un misil similar de
un buque clase «Spearhead», el HSV-2 Swift, que había pertenecido a la marina de los EEUU. En octubre, el mismo grupo
disparó otros dos misiles contra el destructor USS Mason que tuvo que realizar acciones defensivas para evitar los impactos.
Esto obligará a las fuerzas anfibias a fondear de las actuales 4/12 millas a más de 65, pues los chinos cuentan ya con
misiles de 165 nm de alcance y trabajan para llegar a las 300. Desde la costa igualmente se pueden lanzar ataques con
enjambres de botes rápidos, autónomos o aislados como el que alcanzó al USS Cole en el puerto de Adén, en Yemen o recibir
fuego de morteros, artillería, y misiles anticarro. Por todo ello, en 2009 el Secretario de Defensa norteamericano
Robert Gates, ordenó el desarrollo de un nuevo concepto llamado Air Sea Battle (ASB), para la marina y el ejército del aire
y cinco años después se incluyó al ejército y a los Marines y se reconoció a las Operaciones Anfibias como fundamentales
para contrarrestar esas nuevas amenazas A2AD. Con estos cambios el concepto ASB, pasó a denominarse en 2016, Joint
Concept for Access and Maneuver in the Global Commons (JAMGC).
Las acciones que podrían aportar las operaciones anfibias
en el nuevo concepto JAMGC,
incluían: incursiones, demostraciones, misiones de inteligencia reconocimiento, vigilancia
(ISR) y otras de poca entidad de fuerza, baja firma logística y que requieran gran movilidad. También se realzó la
importancia de conceptos como el «seabasing
» en tiempos de crisis y en áreas contestadas para permitir la maniobra
operacional y lograr el acceso a una zona. La voluntad de vencer estas amenazas, quedo patente en el 2010, por las palabras
del entonces Subsecretario de Defensa Work, un antiguo marine, que dejo claro que:
«...the strategic/political costs of allowing adversaries to prevent access or to be perceived as having created “no go”
areas ...are high unacceptable...»
En 2012 en el documento Sustaining U.S Global Leadership Priorities for the 21st Century, el entonces Secretario de
Defensa León Panetta, fijaba las 10 misiones específicas para las Fuerzas Armadas de los EEUU y cuatro de las cuales no
se podían llevar a cabo sin la participación de las operaciones anfibias:
20 BOLETÍN DE LA INFANTERÍA DE MARINA