PEDRO MAYOBRE...
BOLETÍN DE LA INFANTERÍA DE MARINA 47
INSURRECCIÓN DE CAVITE28
Las aspiraciones hacia un mayor autogobierno de los filipinos latían en las minorías de criollos insulares, mestizos y el
clero secular nativo. Los aires liberalizadores que trajo la «gloriosa» revolución de 1868 supusieron un aumento de
expectativas para las élites indígenas que posteriormente quedaron en nada, generando la correspondiente frustración.
Los autonomistas e independentistas filipinos decidieron pasar a la acción. Se hicieron los preparativos para un levantamiento
simultáneo con focos principales en Manila, Cavite y Bacoor. En el levantamiento participarían, además de civiles,
militares indígenas de las distintas unidades del Ejército y de la Armada. Los preparativos se hicieron con el mayor sigilo
y sólo fueron descubiertos «in extremis».
Se eligió como fecha del levantamiento la del 21 de enero de 1872. Se aprovechaba la circunstancia de la partida, a
finales de diciembre del año anterior, del grueso de la escuadra de Filipinas, con gran parte de la fuerza de Infantería de
Marina a bordo (entre ella la mayoría de la tropa peninsular), para una expedición de castigo a la isla de Joló. Por ello, el 1
de enero Mayobre se había hecho cargo interinamente del mando de las compañías de Cavite por ausencia de su comandante,
el teniente coronel Olegario Castellani, que participaba en la expedición. El día 19 de enero se recibieron en la
Comandancia General de Marina de Cavite dos anónimos que alertaban del levantamiento. En uno de ellos se citaba como
implicados a los cabos de Infantería de Marina indígenas Pedro y Celestino. El Comandante General accidental informó de
ello al Capitán General en Manila y tomó distintas disposiciones: se reforzaron las guardias, se repartió armamento y
munición y se ordenó que en cuartel de Infantería de Marina estuviesen siempre presentes un capitán y dos oficiales
subalternos. Además, se arrestó a los cabos citados, vigilando de forma estrecha al resto.
La ciudad de Cavite estaba rodeada de murallas, en su parte este se encontraba la llamada fuerza de San Felipe, una de
cuyas murallas lo era también del Arsenal, además dos de sus baluartes penetraban en el mismo y lo dominaban completamente.
Los cuarteles del regimiento de Infantería n.º 7 de la Princesa y de las compañías de Infantería de Marina se encontraban
en el exterior del Arsenal, aprovechando las bóvedas de las murallas que miraban al mar (ver ilustraciones 1 y 7).
El nerviosismo de alguno de los implicados hizo que se adelantara el levantamiento. Sobre las ocho de la tarde del día 20
la tropa indígena del destacamento del batallón de Artillería de guardia en San Felipe se amotinó y asesinaron al teniente y al
sargento al mando. Los disparos fueron oídos por Mayobre, que se encontraba en ese momento en el cuartel, ordenó formar
y municionar las escasas fuerzas de que disponía (54 hombres) y subió, acompañado de varios oficiales, a la muralla para
observar lo que pasaba. En ese momento se produjeron disparos en el interior del cuartel, cuando intentaron entrar se
encontraron su puerta cerrada y además disparaban sobre ellos. Mayobre se dirigió entonces al cuartel de Infantería en
busca de ayuda. En el interior del de Infantería de Marina los soldados indígenas habían hecho fuego sobre sus mandos,
matando a un capitán y a un sargento 1.º e hiriendo a otro capitán. Se dirigieron entonces hacia la puerta del cuartel, el
28 Los informes del Gobernador Superior civil de las islas Filipinas sobre los hechos se encuentran en la Gaceta de Madrid 67/1872 (p. 707708)
y
84/1872 (p.880882);
el del Comandante General del apostadero en la Gaceta de Madrid 84/1872 (p. 88283).
Ver también el relato de los hechos en
Muñoz y Fernández, p. 8490;
y en Montero y Vidal, J.: Historia general de Filipinas, Madrid, 18871895,
t III, p.506602.
Ilustración 7. Ciudad de Cavite y arsenal. Detalle Villavicencio 1874.