La Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) del Hospital Central de la Defensa Gómez Ulla, en Madrid,
duplicó su número de camas (de 16 a 33) para la atención a los enfermos de COVID-19.
de Emergencias—, que, a su vez, designaba
la unidad que realizaría la ayuda.
Después, el MOPs efectuaba una labor
de seguimiento y conducción de las intervenciones.
La adaptación de las Fuerzas Armadas
a Balmis, que no se parecía a
ninguna experiencia anterior, no ha sido
improvisada; el empleo cotidiano de la
estructura de las operaciones permanentes
ha facilitado en gran medida su
trasposición casi total a esta operación.
APOYO SANITARIO
Cualitativamente, la principal contribución
de Defensa en esta crisis ha residido
en el apoyo sanitario y el incremento
de la capacidad hospitalaria.
Las Fuerzas Armadas han respaldado
el Sistema Nacional de
Salud, mediante la colaboración
de los hospitales militares (han
atendido más de 5.000 urgencias
de COVID-19, con 1.400
hospitalizaciones), la aportación
de material y equipos médicos a
hospitales civiles, el despliegue
de equipos psicológicos y veterinarios
de apoyo, el refuerzo de
las capacidades de transporte
vital básico y avanzado en diversas
provincias y la prestación
puntual de asistencia médica en
residencias que carecían de ese
personal.
Entre las capacidades sanitarias
aportadas destacan las embarcadas en
el buque Galicia enviado a Ceuta y Melilla
y la integración de la Unidad Médica
Aérea de Apoyo al Despliegue (UMAAD)
del Ejército del Aire en el hospital de
campaña del recinto ferial Juan Carlos I
(IFEMA) de Madrid, convertido en el principal
alivio de la red asistencial madrileña
durante el pico de la pandemia.
A finales de marzo, la UMAAD instaló
en IFEMA, en apenas doce horas, seis
puestos de pacientes críticos de UCI, los
primeros con los que contó el hospital
de campaña, y puso a disposición de
la UCI camillas para el desplazamiento
de pacientes y 30 camas convencionales,
que se sumaron a las 50 que llevó
la Agrupación de Sanidad nº 1 del Ejército
de Tierra. Esta, además, asesoró sobre
aspectos médicos y logísticos en el
montaje del hospital, en el que también
intervinieron miembros del Regimiento de
Especialidades de Ingenieros nº 11 de
Salamanca, de la Brigada Paracaidista,
de la Guadarrama XII… También se instaló
en el IFEMA, con ayuda de la UME,
un albergue para personas sin hogar.
Igualmente, las Fuerzas Armadas
contribuyeron al montaje y mantenimiento
de un centro de acogida en la Fira de
Barcelona; a la instalación de los hospitales
de campaña de Alcalá de Henares
(de Médicos sin Fronteras), Sabadell y
Segovia; asesorado en el de Loeches…
Se facilitó material de campaña a los hospitales
12 de Octubre, Gregorio Marañón,
La Paz y Ramón y Cajal, de Madrid; y a
los de Albacete, Alcorcón, Getafe, Leganés,
León, Melilla, Las Palmas, Oviedo y
Tres Mares de Reinosa.
A estas acciones hay que
sumarles el esfuerzo de la Red
Sanitaria Militar y las actuaciones
de la Inspección General de Sanidad.
Así, el Hospital Central de
la Defensa Gómez Ulla de Madrid
incrementó el 51 por 100 sus camas
en hospitalización, el 450 por
100 en urgencias y el 277 por 100
en UCI; y el Hospital General de
la Defensa Orad y Gajías de Zaragoza
pasó de 97 camas a 189
(nueve de ellas de UCI, cuando
antes solo había cuatro).
Además, la Subinspección
General de Apoyo y Ordenación
Farmacéutica ha colaborado con
su Centro Militar de Farmacia en
Gran parte de las
intervenciones
de desinfección
se han realizado
en residencias de
personas mayores
Pepe Díaz
Personal de la Unidad de Apoyo Logístico Sanitario (UALSAN) prepara
una carga de material desinfectante para las unidades.
UALSAN
10 Revista Española de Defensa Julio/Agosto 2020