Acto de reconocimiento en Retamares
UNA PÁGINA HEROICA
DE LA HISTORIA DE
ESPAÑA
Todos los profesionales que han participado en la operación Balmis reciben un
homenaje por su implicación en la lucha contra la pandemia
«EN los ojos de los ciudadanos
hemos encontrado
la recompensa
por la ayuda que les
prestamos en la calle.
Especialmente en los de aquellos más
desfavorecidos que no encontraron sitio
en los albergues porque estaban colapsados.
Estuvimos con ellos y evitamos
los contagios», relataba el pasado 25
de junio en la base de Retamares, en
Pozuelo de Alarcón (Madrid), el sargento
Benjamín Díaz de la Rosa, muy lejos
de la isla de Gran Canaria donde formó
parte de las patrullas de presencia
organizadas por el Regimiento Canarias
nº 50 en el marco de la operación
Balmis. A su lado, el comandante de la
UME José María Martín Corrochano, refería
«la experiencia vital, tan poderosa,
que jamás imaginé que viviría» al asumir
la responsabilidad de coordinar los
traslados y la custodia de los fallecidos
por coronavirus a los depósitos intermedios
de Madrid.
Los testimonios ofrecidos por estos
dos militares, junto a los de otros miembros
de las Fuerzas Armadas, sirvieron
de colofón al «acto de clausura de la
operación Balmis», como la ministra de
Defensa, Margarita Robles, definió esta
ceremonia de agradecimiento y reconocimiento
a los más de 187.000 militares
«que tan generosamente participaron
en ella».
Durante 98 días «todos hicimos un
sobresfuerzo, porque sabíamos que estábamos
haciendo algo bueno», decía,
dando voz a sus compañeros, el comandante
Corrochano. «Estuvieron donde
hizo falta, sin preguntar», remarcó por
su parte, visiblemente emocionada, Margarita
Robles al recordar el apoyo de las
Fuerzas Armadas a las administraciones
públicas y organismos del Estado en su
combate contra la pandemia.
Una labor que, traducida a cifras,
se resume en más de 20.000 intervenciones
en 2.300 poblaciones, la mayoría
desinfecciones —5.300 en residencias
de mayores—, 4.800 actuaciones de
apoyo a hospitales, centros de salud e
instituciones sociales y hasta 70 vuelos
para el traslado de 160 toneladas de
material sanitario desde el extranjero y
dentro de territorio nacional. «Habéis escrito
en tiempos de paz una página heroica
de la historia de España», agregó
la ministra de Defensa. «Sois héroes silenciosos,
callados y generosos con los
que la sociedad puede contar».
MANDO DE OPERACIONES
El homenaje a los militares participantes
en la operación Balmis tuvo lugar en la
base de Retamares porque es allí donde
tiene su sede el Mando de Operaciones
(MOPs) del Estado Mayor de la Defensa,
responsable de la conducción «del mayor
esfuerzo y despliegue militar llevado
a cabo en tiempos de paz en España»,
dijo su comandante, el teniente general
Fernando López del Pozo.
El acto de reconocimiento comenzó
en la explanada exterior del acuartelamiento
con un minuto de silencio en memoria
de todas las víctimas del COVID-19
—«también por nuestros fallecidos de
las Fuerzas Armadas y del Ministerio de
Defensa», señaló Margarita Robles— en
el que participaron los altos cargos del
Departamento, la cúpula militar al completo
y representantes de los mandos
componentes terrestre, marítimo, aéreo,
de la Unidad Militar de Emergencias y
de la Inspección General de Sanidad,
así como de la Guardia Real.
6 Revista Española de Defensa Julio/Agosto 2020