entrevista
información/desinformación y la tendencia
hacia un mundo mayormente
urbanizado, todo ello en un entono
cada vez más ambiguo, volátil, incierto
y, además, más complejo.
—¿Las operaciones de alta intensidad
conllevan grandes cambios en la
manera de pensar y actuar?
—Sí. Primero en la concepción,
puesto que el campo de batalla ya no
se limita a los ámbitos tradicionales
terrestre, marítimo y aéreo. Ahora se
añaden los ámbitos del ciberespacio y
el cognitivo.
Derivado de lo anterior, la necesaria
convergencia de todas estas actividades
requeriría la aplicación de nuevos
procedimientos que permitan llevar a
cabo operaciones que en consecuencia,
denominamos operaciones multidominio.
Si combatimos en un futuro usando
los procedimientos pasados, incluso
pensando en los conflictos de hoy
en día, estamos abocados a un rotundo
fracaso.
—¿Qué funciones asumiría
este cuartel general en una operación
de la OTAN que se pudiera
desencadenar?
—Si el HQ NRDC ESP actuara
como Warfighting Corps,
lideraría una fuerza multinacional
—con las aportaciones de
«El personal extranjero
destinado en Bétera y sus
familias se encuentran muy
bien adaptados a España y
a Valencia en particular»
los distintos países miembros— en una
operación militar de alta intensidad,
que en términos OTAN se denomina
operación-artículo 5 del Tratado del
Atlántico Norte.
Este artículo es el que indica que un
ataque a un Estado miembro se considera
un ataque a todos, pudiéndose
llegar al uso de la fuerza. Hasta el momento
solo se ha invocado una vez, tras
los atentados del 11 de septiembre.
—¿Cuántos militares tiene adscritos
y qué nacionalidades son más numerosas?
—Al ser un cuartel general español
la mayor parte del personal es nacional.
A fecha de hoy más de un 80 por
100 es personal español, y el 20 por
100 restante de las once naciones aliadas
que participan en el cuartel general
(Alemania, Estados Unidos, Francia,
Grecia, Italia, Polonia, Portugal, Reino
Unido, República Checa, Rumanía
y Turquía). Las naciones que más
aportan son Estados Unidos, Italia y
Grecia, aunque esta aportación puede
variar ligeramente cada año. Además,
es importante remarcar que en caso
de una operación real, la plantilla se
adaptaría a las características de cada
misión, tanto al alza como a la baja.
Sí quisiera destacar un punto: nos
gustaría ser más multinacionales. Además,
el personal extranjero destinado
en Bétera y sus familias se encuentran
muy bien adaptados a España y a Valencia
en particular.
—¿Cómo se preparan para la diversidad
de misiones asignadas?
—Con un programa de preparación
muy exigente que, en el caso del ejercicio
Steadfast Leda 21, ha supuesto más
de un año en condiciones ciertamente
complicadas por la presencia variable
del COVID-19.
Durante este período de preparación,
se han llevado a cabo seminarios y ejercicios,
analizado conceptos y desarrollado
procedimientos muchos de ellos
novedosos, por ejemplo, actividades en
lo que se conoce como «zona gris». Todo
ello en colaboración con los organismos
OTAN responsables de la certificación,
como son el cuartel general OTAN de
fuerzas terrestres (LANDCOM), localizado
en Izmir (Turquía); el Centro
Conjunto de Entrenamiento de OTAN
Joint Force Training Centre, localizado
en Bydgoszcz (Polonia); otro HQ
NRDC que nos precedió en el rol, el
Allied Rapid Reaction Corps (ARRC)
británico, y las distintas unidades participantes:
División Castillejos (España),
1ª División de Infantería (EEUU), 12º
División Mecanizada (Polonia), División
Tridentina (Italia)). A las que hay
que añadir una Brigada portuguesa,
una griega, la 18ª Brigada de Policía
Militar (EEUU), además de Tropas de
Cuerpo de Ejército españolas.
En suma, ha sido un año muy intenso
de preparación que ha culminado con la
superación de la certificación y ahora
entramos en el periodo de Stand By.
—Este cuartel general está concebido
para el combate convencional, con
grandes despliegues de tropas ¿Podrá
dirigir operaciones más limitadas en
un entorno de guerra híbrida?
—Si te preparas para el caso más
extremo y complejo, el Warfighting
Corps, se puede asumir una operación
de menor entidad e intensidad sin grandes
problemas. En cuanto a las acciones
híbridas, se pueden dar en todo el
espectro del conflicto, lo que incluye el
ser capaces de desenvolverse también
en la mencionada zona gris, donde
no existiría aún oficialmente
el conflicto armado. La OTAN
también está desarrollando este
concepto y el HQ NRDC-ESP
está estudiándolo desde hace un
tiempo, liderando los trabajos.
—¿Qué relevancia tendrá
la inteligencia artificial en las
operaciones?
—La aparición de tecnologías
disruptivas y emergentes hace necesaria
la transformación digital de los distintos
procesos, no solo de los cuarteles
generales permanentes, sino también de
las fuerzas que despliegan en operaciones.
En el caso de la inteligencia artificial
se está buscando principalmente su
implementación en el proceso de toma
de decisiones, reduciendo el tiempo de
respuesta mediante la gestión y análisis
de toda la información disponible. Para
ello se hace necesario la convergencia
de tecnologías como son la inteligencia
artificial, el uso de 5G, big data y machine
learning, entre otras.
El empleo de inteligencia artificial
depende de disponer masivamente de
datos, del big data. Esto es complejo en
los niveles más tácticos de las operaciones
militares, por la dificultad de procesamiento
y transmisión, lo que a su vez
requiere la implantación de tecnología
22 Revista Española de Defensa Diciembre 2021