Infantes de marina alcanzan
la playa del Retín desde una
lancha de desembarco LCM
1E en un ensayo de lo que
posteriormente sería
la operación nocturna.
CAE la noche en el golfo de
Cádiz. Cinco millas mar
adentro, frente a la Sierra
del Retín, entre Barbate
y Zahara de los Atunes,
ocho embarcaciones de desembarco
LCM 1E del Grupo Naval de Playa tratan
de mantenerse alineadas en círculo
haciendo «la pescadilla». Sus ocupantes,
infantes de marina del Tercio de Armada
(TEAR), se balancean a babor y
estribor a merced del oleaje en absoluto
silencio, impacientes porque la marea
empiece a subir. Transcurridos unos minutos
que se hacen eternos, comienza la
pleamar, el momento más idóneo para
realizar un desembarco. En ese instante
las lanchas rompen la formación buscando
tierra firme a su proa. Dispuestas
ahora en paralelo sobre una línea imaginaria
—la denominada Line of Deaperture—,
sus patrones aguardan la orden
inminente de penetrar en el corredor de
agua que de manera segura les llevará
hasta los puntos de varada marcados en
la playa. Allí, poco después, con el portalón
frontal abierto a modo de rampa,
las barcazas sueltan, por fin, su carga
humana. En pocas horas una fuerza de
desembarco de 800 infantes de marina
asalta el terreno. Su objetivo es dar protección
y evacuar un contingente de cascos
azules desplegado como fuerza de
interposición en una zona de conflicto.
Grupos terroristas y milicias insurgentes
amenazan sus convoyes poniendo en
riesgo sus vidas. Solo existe una vía de
entrada y de salida para su extracción
segura: el mar.
El FLOTEX es
el ejercicio de
adiestramiento
avanzado de
la Armada
Con el comienzo de la pleamar en la
tarde-noche del pasado 31 de octubre se
desencadenó «la operación más exigente
de la fase táctica del ejercicio FLOTEX
21», declaraba a bordo del buque
de asalto anfibio Castilla el vicealmirante
José María Núñez Torrente, comandante
del Cuartel General Marítimo de
Alta Disponibilidad y responsable del
adiestramiento avanzado de la Flota.
Su cometido en estas maniobras ha sido
conducir las operaciones más destacadas
que la Armada ejecuta anualmente
en el marco de los ejercicios FLOTEX.
Canceladas en 2020 debido a la pandemia,
se han efectuado este año entre el
25 de octubre y el 5 de noviembre, de
nuevo en aguas del golfo de Cádiz y del
Estrecho y la playa de El Retín con más
de 3.000 militares implicados.
«Han sido doce intensos días de
mar», destacaba el vicealmirante Núñez
Torrente, dedicados a implementar, valorar
y evaluar las capacidades anfibias,
de contra minado, guerra anti submarina,
superficie y antiaéreas de todos los
componentes de la Fuerza Naval, incluidos
sus respectivos estados mayores
embarcados.
El ejercicio FLOTEX 21 también
ha puesto a prueba otros aspectos «de
la guerra moderna», añadía el vicealmirante
a bordo de su buque de mando,
el citado Castilla. Se refería, en concreto,
al adiestramiento en operaciones
de focalización de objetivos o targeting,
«para batir blancos de manera muy precisa,
sin provocar daños colaterales»,
explicaba; de recuperación de personal
—personal recovery—, basada en la
32 Revista Española de Defensa Diciembre 2021