TRIBUNA
Esta agilidad en el ámbito orgánico deberá incluir los avances
en la gestión por procesos y la ya mencionada transformación digital,
en las que las citadas EDT, como pueden ser la inteligencia
artificial, el análisis masivo de datos o el internet de las cosas, impulsarán
la eficacia de la organización y permitirán su evolución,
pudiendo llegar a ofrecer oportunidades de reorganización para
adecuarse al nuevo funcionamiento, y poder así aprovechar mejor
los recursos humanos y materiales.
En relación con el área de gestión del personal, hay que recalcar
que los hombres y mujeres que forman parte de las Fuerzas
Armadas son los que deben asumir mentalmente y realizar esta
evolución.
Las nuevas tecnologías nos permitirán
realizar una gestión del talento
más eficaz, conociendo más rápidamente
lo que necesitamos y escogiendo
al personal con el perfil idóneo
y en el momento adecuado.
A su vez, la incorporación de
estas nuevas tecnologías y la operación
en los nuevos ámbitos, como los
del espacio y del ciberespacio, están
ya generando nuevas necesidades de
formación y especialidades, a las que
habrá que dar respuesta dentro o incluso
fuera de la organización.
Por último, habrá que aplicar el
Las nuevas
tecnologías
permitirán realizar
una gestión del
talento más eficaz,
escogiendo el
personal idóneo
principio que nada que pueda realizar una máquina lo haga uno de
nuestros militares, dedicándolos en exclusividad a aquellas actividades
en las que el ser humano aporte un valor añadido.
OPERACIONES
En el ámbito de las operaciones es imprescindible un adecuado conocimiento
y comprensión de la situación, actualizada en tiempo
real y presentada de la forma más intuitiva posible. Sobre todo cuando
consideramos, como he señalado, que habrá una mayor aplicación
de estrategias de anticipación y prevención que de acciones
de reacción o respuesta. En este apartado vuelve a ser fundamental
la implementación de las EDT para poder aumentar la obtención, y
potenciar el análisis y gestión de la información.
En este sentido, la digitalización del campo de batalla es un
elemento esencial para poder llevar a cabo este proceso, facilitando
la gestión de la información y el mando y control, con sistemas
seguros e interoperables a todos los niveles. Los productos elaborados
mediante el empleo de una robusta capacidad de inteligencia,
vigilancia y reconocimiento, lo que denominamos ISR en
el argot militar, deberán ser accesibles en los distintos cuarteles
generales en el tiempo requerido para alcanzar la superioridad en
la decisión.
Esa superioridad también requiere que la capacidad de decisión
se establezca en los niveles más bajos posibles, apoyados en
sistemas inteligentes y en medidas organizativas tales como una
clara y precisa estrategia militar, unos procesos simplificados y el
uso de decisiones pre-planeadas y automatizadas, cotejadas con
las reglas de enfrentamiento en vigor, posibilitando así la iniciativa y
liderazgo de los escalones más inferiores de la cadena de mando.
La superioridad en el combate incluirá la necesaria potenciación
de las capacidades individuales y colectivas del combatiente,
que a pesar de la proliferación de medios no tripulados o autónomos
y de la automatización creciente seguirá siendo en último extremo
el elemento fundamental del entorno operativo, manteniendo
al componente humano detrás de la máquina.
La agilidad en las operaciones
también requerirá que las futuras unidades
trabajen en red, con sistemas
cada vez más sensorizados y conectados,
integrando sistemas autónomos
y tripulados remotamente, en el marco
de una acción integral capaz de realizar
operaciones en los diferentes ámbitos
físicos, así como en el cognitivo y el cibernético,
en el marco de las operaciones
multidominio.
Las redes deberán estar basadas
en sistemas de comunicación robustos
y resilientes, que permitan operar
en entornos donde el uso del espectro
electromagnético esté limitado o restringido.
En el ámbito logístico, es necesario avanzar en lograr una
mayor fiabilidad y robustez de los sistemas y en reducir su huella
logística, lo que nos permitirá actuar en zonas de operaciones más
lejanas o de difícil acceso durante más tiempo y, a su vez, reaccionar
con mayor rapidez. Asimismo, será necesario mantener una
continua actualización de los sistemas, en particular de su software,
evitando la aparición de obsolescencias.
CAPACIDADES
Todo lo anterior será posible si somos ágiles en la incorporación
y gestión de las capacidades, única manera de mantener la superioridad
tecnológica sobre los posibles adversarios. Eventos como FEINDEF
21 contribuyen a esta finalidad, para poner en contacto a las
Fuerzas Armadas de numerosos países con las empresas más representativas
de la industria de defensa a nivel nacional e internacional.
La velocidad de los avances tecnológicos y sus mayores costes
de adquisición y mantenimiento nos deben llevar a reconsiderar
la idoneidad de los actuales procesos de obtención, que deberán
ser más flexibles y rápidos, sin perder eficiencia a la hora de emplear
los recursos financieros puestos a nuestra disposición.
38 Revista Española de Defensa Diciembre 2021