Julio/Agosto 2022
>CTE IM RUBÉN GARCÍA DÍEZ
DIGENPOL/SDG PLANES Y RRII/ÁREA OTAN
La seguridad humana y la agenda
Mujeres, Paz y Seguridad
EN un escenario de creciente inestabilidad
tras varias crisis económicas, la
pandemia del COVID-19, ataques terroristas,
la salida apresurada de Afganistán
y, sobre todo, tras la invasión rusa de Ucrania,
la OTAN vive un momento histórico, de
profunda transformación para adaptarse a los
nuevos tiempos.
Para tener futuro, la OTAN debe responder a
lo que demandan los ciudadanos, integrando
en sus procesos asuntos de actualidad como
el cambio climático, la seguridad humana y
la perspectiva de género en sus operaciones,
misiones y actividades. Esta integración,
además de mejorar la percepción de la OTAN
por parte de la sociedad civil, supondrá una
mejora en la eficacia en el desempeño de sus
tres tareas fundamentales: disuasión y defensa;
prevención y gestión de crisis; y seguridad
cooperativa.
Ya nadie duda que los conflictos causan un
tremendo y desastroso impacto sobre la población
civil, especialmente aquellos que se
desarrollan dentro y alrededor de las ciudades,
causando la destrucción de importantes
infraestructuras necesarias para el bienestar y
la seguridad de las personas, como pueden
ser hospitales, escuelas, centrales eléctricas,
depósitos de agua o combustible, vías de
comunicación, etc. La población se ha convertido
en objetivo de los actores implicados,
ya sean grupos terroristas u organizaciones
criminales, causando muerte, limpieza étnica,
violaciones, miedo, pobreza y desesperación.
Esto conlleva, además, flujos masivos de refugiados
y desplazados, convirtiendo el conflicto
también en una crisis humanitaria, muchas
veces transnacional, como podemos ver con
la crisis humanitaria, energética y alimentaria
causada por la invasión rusa de Ucrania. Organizaciones
internacionales como la ONU, la
Unión Europea, la OSCE, o en este caso, la
OTAN, juegan un papel protagonista en estos
escenarios.
El nuevo Concepto Estratégico atiende las
preocupaciones y prioridades de todos los
aliados y de sus ciudadanos, potenciando la
relevancia de la seguridad humana y la Agenda
Mujeres, Paz y Seguridad (MPS) lo que
conlleva un cambio de mentalidad en la cultura
de la organización.
AGENDA MUJERES, PAZ Y SEGURIDAD
Puesta en marcha en el año 2000 tras una resolución
del Consejo de Seguridad aprobada
por unanimidad, esta agenda es una arquitectura
política global que apoya la igualdad de
género, siendo también un elemento potenciador
en la gestión y resolución de conflictos
armados. El género, entendido como los
atributos y oportunidades sociales asociados
con ser hombre o mujer en un contexto histórico,
social y geográfico concreto, no es un
problema en sí mismo, pero sí es claramente
parte de la solución. Por ello, la OTAN adoptó
su primera política sobre Mujeres, Paz y Seguridad
en 2007.
Desde entonces, la OTAN tiene como objetivo
promover la igualdad de género, tanto en la
misma organización como en sus operaciones,
siendo consciente de que ambas cosas
redundan en la mejora de la eficacia aliada.
SEGURIDAD HUMANA
La ONU definió en 2012 la seguridad humana
como «el enfoque que ayuda a determinar y
superar los desafíos generalizados y transversales
que afectan a la supervivencia, los
medios de subsistencia y la dignidad de los
ciudadanos». La Alianza Atlántica aplica este
término en cinco de sus agendas transversales:
la protección de civiles; los niños y los
conflictos armados; la protección de bienes
culturales; la trata de personas; y la lucha
contra la violencia sexual relacionada con los
conflictos armados, aunque afecta a otros numerosos
asuntos.
En las políticas de la OTAN, la Agenda MPS y
la seguridad humana están muy interrelacionadas,
con lo que la Alianza debe potenciar
ambas simultáneamente. Entre las medidas
que viene aplicando, destacan: aumentar la
participación de la mujer en la organización
y en las sociedades donde opera; seguir
potenciando los esfuerzos en su formación
y adiestramiento; proteger los derechos humanos
y empoderar a mujeres y niños en
zona de operaciones; y propiciar un cambio
de mentalidad, tanto corporativo como de las
culturas de los pueblos en los que realiza sus
actividades militares.
Como conclusión, la seguridad humana y la
Agenda MPS, además del cambio climático,
serán capacitadores de la OTAN del futuro.
Estos elementos mejorarán la eficacia operativa
de las actividades, misiones y operaciones,
convirtiendo a la Alianza Atlántica en una
organización modelo en la protección de los
derechos y valores universales.
10 Revista Española de Defensa
Oriente Próximo, el norte de África, y, sobre
todo, el Sahel como unas de las regiones
de «interés estratégico para la Alianza» y
señala que sus problemas de seguridad,
políticos, económicos y demográficos se
ven agravados por el cambio climático, la
fragilidad de las instituciones, las emergencias
sanitarias y la inseguridad alimentaria.
«Terreno fértil», advierte, para la proliferación
de organizaciones terroristas con la
interferencia coercitiva de «competidores
estratégicos», en alusión a actores como
el grupo mercenario ruso Wagner en Malí.
La Alianza, además, advierte de que la
inestabilidad «permanente» que se vive en
dichas regiones puede acentuar la «migración
irregular y el tráfico de seres humanos.
En su reunión del día 30 —centrada en las
amenazas provenientes del sur— los aliados
aprobaron un paquete de apoyo a las
capacidades de defensa de Mauritania,
acordaron reforzar su ayuda a Túnez y respaldaron
su colaboración con Jordania en
la lucha contra el terrorismo.
Cada parte del guion salió según lo
marcado y los líderes no dudaron en demostrar
un entusiasmo por un éxito que
es de todos. Tras agradecer a España la
organización del encuentro el secretario
general de la Alianza, Jens Stoltenberg,
aseguró que «después de esta Cumbre
histórica, la OTAN es más fuerte y está mejor
preparada para responder a un mundo
más peligroso: las decisiones que hemos
tomado han fortalecido nuestra disuasión y
la defensa, ampliado nuestra capacidad de
resiliencia, confirmado el apoyo a Ucrania a
corto y largo plazo e impulsado la cooperación
con los socios. Hemos asegurado
que nuestra Alianza, Europa y América del
Norte juntos, se transforme». También el
presidente español y anfitrión, Pedro Sánchez,
se mostró muy satisfecho: «Hemos
La Fuerza de
Respuesta de la
OTAN amplía su
capacidad de
despliegue hasta
300.000 efectivos