ENTREVISTA
TENIENTE GENERAL JULIO AYUSO MIGUEL, DIRECTOR GENERAL DEL INTA
«ATENDEMOS LAS
DEMANDAS DE LAS
FUERZAS ARMADAS Y DE LA
SOCIEDAD»
Señala que el próximo año entrarán en funcionamiento la
Agencia Espacial Española, el Centro de Experimentación
de UAV y una aeronave de investigación
«HE entrado en eficacia
desde el primer
minuto», afirma el teniente
general Julio
Ayuso Miguel, que el pasado 10 de mayo
fue nombrado director general del Instituto
Nacional de Técnica Aeroespacial
(INTA). A ello le ha ayudado el hecho de
que, durante los cuatro años anteriores,
fue el responsable de la Subdirección
de Coordinación y Planes del Instituto,
donde se diseña la organización y la estrategia
de este organismo y se coordinan
todos sus proyectos. «Conozco bien
—explica— las actividades y funciones
que se realizan en el INTA, así como su
gestión administrativa y financiera».
«El contexto actual, marcado por las
consecuencias del COVID-19, pone
ante nosotros importantes retos relacionados
con un mayor aprovechamiento
de las nuevas tecnologías», observa el
teniente general Ayuso. Entre ellos destaca
dos, «ilusionantes de responsabilidad
y compromiso para los próximos
meses»: la presencia del INTA en los
grupos de trabajo interministeriales que
constituirán el Consejo del Espacio, encargados
de diseñar los estatutos y analizar
las funciones de la futura Agencia
Espacial Española, que se pondrá en
marcha el próximo año; y la participación
en los dos órganos que componen
la Gobernanza del Proyecto Estratégico
de Recuperación y Transformación
Económica (PERTE) Aeroespacial.
Entre las líneas de actuación del
PERTE, Julio Ayuso resalta las dos
que promueve el INTA: la construcción
de una gran infraestructura de apoyo
al desarrollo de sistemas no tripulados
(Centro de Experimentación de UAV,
CEUS) y la construcción de una aeronave
de investigación, equipada e
instrumentada para adquisición y tratamiento
de datos (Plataforma Aérea de
Investigación). «Trataremos de cumplir
—indica— los hitos y fases de desarrollo
de ambos proyectos, para que estén
finalizados en el segundo semestre de
2023». Todo ello sin desatender las necesidades
de desarrollo y servicios tecnológicos
relacionados con la defensa y
la seguridad, principalmente en el área
de ensayos y certificación, cuando así lo
solicite el Ministerio de Defensa.
—El INTA celebra su 80º aniversario.
¿El de 1942 era muy distinto
del actual?
—Se creó para cubrir la necesidad de
desarrollar una aviación civil y militar
en España. Nació, por tanto, con el carácter
dual que le ha distinguido hasta
nuestros días. Se requería un organismo
autónomo, adscrito al entonces Ministerio
del Aire, que pudiera desarrollar
tecnológicamente prototipos de distintas
aeronaves, sobre todo de transporte,
y que dispusiera del personal técnico y
las infraestructuras precisas para realizar
actividades de ensayos y certificación
de las aeronaves.
En los sesenta, el INTA tuvo que
adaptarse al ritmo de la denominada
carrera espacial y cambió su naturaleza
aeronáutica por la aeroespacial. Fue la
necesidad de desarrollar el primer satélite
español y los primeros acuerdos con
la NASA lo que convirtió al Instituto
en pionero nacional en proyectos y programas
espaciales. Después, la creación
en 1999 del Centro de Astrobiología, de
titularidad compartida entre el CSIC y
el INTA, aportó al segundo el pilar de
la ciencia como eje básico de su actividad,
junto a la tecnología y la prestación
de servicios. Finalmente, en 2015 con la
integración de los centros tecnológicos
de la defensa (Canal de Experiencias
52 Revista Española de Defensa Julio/Agosto 2022